“Amo las cosas que nunca tuve
con las otras que ya no tengo…”
Hola estimado lector. ¿Porqué comienzo citando unos versos de Gabriela?, Por que mañana es el Día del Patrimonio para los niños, y que mejor sentido para la Aurora que esta frase de una ronda de la Mistral.
¿Quién se la puede discutir? A la Gabriela y a la Aurora. Mujeres destinadas a vivir de las pérdidas, de los anhelos, de aquellos que soñaban y no tuvieron.
Los otros días la Aurora estuvo por la Universidad jugando con unos alumnos y profesores de la Universidad de las Américas. Jugaron a esconderse y arrancar, jugaron a reírse y a llorar. Jugaron al teatro y a contar historias.
Realmente es divertido ver como los académicos y el espacio destinado para el aprendizaje serio y acartonado de los títulos sobre los nombres se convierte en rio, en cancha de futbol, en adoquines con olor a telas y a hilos.
Si querido Lector, el otro día la Aurora fue a la Universidad a dar cátedra literalmente. Les contó las historias que usted ya conoce, y otras que quedan por escribir. Les mostró sus orígenes, cuando nació allá por el novecientos. Se jugaron una pichanguita en la cancha del Huracán hasta con un gol gritado por Martín. Y sí, si hay gol del “globito”, el gol se grita. Y también les contó de la lucha por conservar el Patrimonio que se quieren llevar a fuerza de cemento.
Y qué más didáctico que jugar en un espacio en donde jugar no es bien visto o por lo menos no es muy adecuado. “Juguemos a la ronda mientras el puente no esta”, juguemos a ser vecinos de la pobla, juguemos a cuidar lo que ya casi no tenemos.
¿Y si en vez de jugar, nos jugamos? ¿Cambia la cosa, no?
Este espacio de juego dio para conversar también de cosas más serias. Le preguntaban a Aurora si la fábrica estaba ya declarada patrimonio, o estaba sólo la intención, o si no había nada hecho y se estaba esperando para que también la tiraran abajo. Y le puedo decir que Aurora dudaba, pero no por no saber que hay que hacer, sino porque no le dan respuestas.
“La fábrica esta ahí, es parte de la identidad de la población, pero nosotros solos no podemos reconstruirla, hay que invertir mucha plata. Lo que sí sabemos es qué se puede hacer si lo arreglan y lo mejoran. Un centro cultural, una biblioteca, salas para talleres…tantas cosas se nos ocurren”.
Mañana es el día del Patrimonio para los niños. Y la placita de la Aurora por ahora está vacía. ¿Y si lleva a su hijo, a su nieto o su niño interior? Y juega un ratito por la Aurora.
Cuéntele alguna de las historias aparecidas en el diario. Créame que si hoy le cuenta una historia mostrándole el Patrimonio que todavía nos queda, mañana no tendrá que justificarse y dar excusas por un espacio vacío.
“Cuando éramos chicos jugábamos en cada esquina, y cuando nos escapábamos nos íbamos a las tuberías de agua que estaban poniendo y nos metíamos adentro. La pasábamos tan bien”.
Aurorito me contó esto el otro día. Cuando el río estaba ahí nomas, cerquita, cuando todavía no se rellenaba la costanera.
Yo me tuve que ir de la Universidad para otro lado, pero ahí se quedaron unos pocos, conversando con Aurora, tal vez ni se dieron cuenta pero ella salió feliz, les dio cátedra de Patrimonio…y de eso la Aurora tiene de sobra.
¡Hasta el próximo click!
Walter Blas