Carta al director

Elección Presidencial: resultados inciertos

Por: Diario Concepción 15 de Septiembre 2017

A 70 días de la elección Presidencial 2017, se requiere un amplio despliegue territorial, propuestas claras y mayor protagonismo en el acontecer de la vida política y en los debates de futuro, por parte de la campaña de Alejandro Guiller. La tarea de desplegar una campaña presidencial en escasos 70 días que restan para la elección, no es tarea fácil. Más si es una campaña que desde atrás, como se aprecia en las encuestas, compitiendo con quién las lidera (Sebastián Piñera), con una coalición dividida, con dos candidatos y Partidos con dificultades, además el gobierno preocupado y ocupado de su agenda de fin de mandato.

A pesar de lo anterior, la próxima elección presidencial no está escrita ni menos su resultado. Los partidos se ganan el último minuto.

La contienda electoral sigue ofreciendo los mayores grados de incertidumbre en cuanto a sus resultados. Algunos factores que hacen del resultado una incógnita: el descrédito y desconfianza en los actores políticos, que podrían desincentivar la participación de los electores, el estreno del nuevo sistema electoral, con el rediseño de distritos y circunscripciones, las nuevas normas de representación de géneros y el financiamiento de las campañas políticas, sin olvidar la aparición de nuevos partidos políticos.

Ninguna encuesta seria podría predecir el resultado de la elección, estas solo reflejan un momento dado, son meras referencias y por otro lado, no logran representar el universo de electores efectivos, es decir quienes concurrirán a votar en noviembre próximo. Otro antecedente que podríamos utilizar para aproximarnos a proyectar un resultado son los guarismos de la elección municipal del año pasado, en donde la Nueva Mayoría superó a Chile Vamos por más de trescientos mil votos.

Las batallas electorales se ganan solo cuando se cuenta el último voto. En la confianza está el peligro. Pero, así como la autosuficiencia establece un peligro, el derrotismo es una condena anticipada. En las elecciones los resultados pueden ser favorables o adversos, así es la democracia, pero no da lo mismo quien y como se gane o se pierda. Un resultado favorable estrecho, sin mayorías en el parlamento, representan una aventura para la gobernabilidad del país. Lo contrario, una derrota electoral estrepitosa, sin ideas, sin proyectos de futuro, es la antesala de la dispersión, atomización y una larga travesía por el desierto.

Para nadie es un misterio que el peso de las campañas ha estado y está en los candidatos y los partidos que sustentan su postulación. En la capacidad de los candidatos y los partidos, de transmitir sus mensajes, en forma clara a la ciudadanía, en distinguir lo que está en juego en la próxima elección, las verdaderas disyuntivas y problemas que enfrenta el país y cuáles son las distintas opciones para enfrentarlos.

Demás está decir, que los 70 días que median para la elección, serán intensos y extensos, en el horizonte aparecen temas que obligarán a tomar partido a todos los actores políticos. Por ejemplo, el destino de las reformas impulsadas por el actual gobierno, incluyendo la nueva Constitución, la gratuidad de la Educación, las pensiones, la salud y la seguridad pública, entre otros. Necesariamente tendrán que tener opinión todos quienes aspiren a suceder a la Presidenta Bachelet, incluyendo los desafíos de crecimiento con los cuidados necesarios en lo social y ambiental y la lucha en contra de las desigualdades aún presentes en el país y en nuestra Región. He aquí la esencia de las elecciones. Se impondrá el liderazgo que logre expresar mejor sus ideas, propuestas y proyectos de futuro con solidez y claridad al conjunto de la ciudadanía.

Mensajes claros que venzan la abulia, desgano, apatía y desconfianza y que entusiasmen a la ciudadanía. Ese debe ser nuestro principal esfuerzo y compromiso con Chile y nuestra Región.

 

Guillermo Hernández Cortés

Comité Central, Directiva Nacional

Partido Socialista de Chile

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