Señor Director:
En relación a los deleznables hechos acaecidos en el Te Deum evangélico, los que ciertamente, fueron preparados y programados por manos negras repudiables…
Dichas manifestaciones, son una gran ofensa contra el Estado, La Nación y contra nuestra Presidenta de la República.
¡Cristianos se hacen llamar esos provocadores insensatos!
Más parecían garras bravas entrenadas por el lumpen.
Juan Luis Castillo Moraga