Señor Director:
La baja de inflación, explicada por una caída de la demanda, permite comprender la decisión del Banco Central de disminuir la tasa de interés en su última reunión de política monetaria para reactivar el consumo.
La tasa actual de 2.5%, que es a la que el banco central presta dinero a la banca comercial, es la más baja observada desde hace años. Si ésta disminuye, las tasas bancarias, también lo hacen. Lo malo: un bajo consumo explica el magro empuje de una demanda.
Esto genera una disminución de los precios de la canasta familiar de bienes, lo que se refleja en un menor índice de precios al consumidor (IPC), lo que golpea a la producción y al empleo. Lo bueno: Un menor costo de capital producto de la baja de tasa de interés.
Las inversiones que realizan las empresas e individuos se vuelven más convenientes por un menor costo de los créditos. Gran parte de estos proyectos se realizan con deuda bancaria. Además, el impacto se siente en el valor de la unidad de fomento y en un aumento mesurado de las cuotas de créditos hipotecarios o de cualquier deuda a largo plazo en UF. En resumen, es un buen momento para renegociar e invertir en proyectos. Lo que se mantiene en una situación desmejorada son las expectativas tanto de consumidores y productores, ubicándose aún en terreno de pesimismo.
Como la demanda depende de las expectativas, mientras estas no se restablezcan, la baja de tasa de referencia no tendrá un impacto considerable. Deben restablecerse las confianzas para volver a crecer a paso firme.
Jürgen Carrasco
Director de Carreras Área Administración y Negocios
Inacap Concepción-Talcahuano