Opinión

La notable invención de pensar

Por: En el Tintero 25 de Junio 2017

Algunos dicen que fue la economía, que Atenas y otras ciudades griegas llegaron a tener muchísimo dinero y cuando eso pasa es posible cultivar el ocio, es decir el no hacer negocios, nec otium, para los romanos, advenedizos posteriores, quienes una vez enriquecidos podían cultivar el espíritu, al tener los asuntos corporales resueltos.

Si fuera así, los griegos aprovecharon la oportunidad la mar de bien, se dedicaron a pensar sobre todo lo que podía ocupar el pensamiento, sin atemorizarse ante la magnitud de la tarea, como medir el perímetro de la tierra o intuir la existencia del átomo, entre otras novedades que hasta el día de hoy torturan a los escolares, como el teorema de Pitágoras.

Cuando el asunto era demasiado espinudo lo encargaban a los dioses, más bien para sacarse la responsabilidad inmediata, por lo tanto idearon un complejo conjunto de estos seres divididos en buenos y malos y siempre dispuestos a castigar a los malandrines y un tanto lentos a la hora de premiar a los de buen comportamiento.

Los dioses, al modelo de Zeus, funcionaban como una camarilla olímpica de seres depravados que hacían la vida imposible a los mortales. Parricidio, asesinatos varios, incesto, robo, traición y pasiones bajas, podían ser enumeradas como sus más relevantes virtudes morales, por lo tanto los griegos diseñaron al mismo tiempo una moral propia de dimensión humana, que les permitiera vivir en comunidad, civilizadamente.

De ese modo intentaron explicarse su mundo, tratar de obtener un lugar en la tierra y dejar un ejemplo estético a los hombres de los siglos venideros, es decir a nosotros, dos mil quinientos años más tarde, a asumir la responsabilidad de lo que hacemos, sin echarles la culpa a los dioses.

PROCOPIO

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