Es posible, para un país con menos recursos, contactos y peso político, fabricar mascarillas o protectores faciales. Producir una vacuna, sin embargo, es otra historia.
Los contenidos engañosos confunden, inducen al error y se propagan en forma exponencial. La regla para vacunarse contra la información falsa sigue siendo la misma: revisar quién es el transmisor e identificar la fuente original de la información.
Es posible que la población de mayor riesgo de contagio, entre los 20 y los 49 años, esté exponiéndose al virus en proporción superior a otros rangos de edad.
Se atribuye esta “fiebre de compras” a los bonos entregados por el Gobierno, al retiro del 10% de los fondos previsionales de las AFP. Todavía hay quienes están negligentemente confiados.
A partir del día 26, el reloj comenzará a avanzar más rápido y es necesario dar curso a una serie de materias pendientes, como la regulación a la propaganda y el límite de gasto en las campañas. Pero, sobre todo, en un contexto de pandemia, es imperioso consolidar las condiciones para que la ciudadanía acceda con seguridad a este proceso histórico.
La evidencia internacional sugiere que no es recomendable detener el transporte público para reducir la movilidad en una crisis sanitaria. Pero también ha demostrado que el transporte de pasajeros es un vector de transmisión de enfermedades.