Consagrar los derechos fundamentales hoy es una aspiración mundial.
Los métodos tradicionales sólo miden parámetros físico-químicos y contenidos de sustancias tóxicas, pero no el efecto toxicológico sobre las especies. Y ese enfoque tiene este trabajo, financiado por un proyecto FIC-R, que pretende mejorar las capacidades locales en esta materia.
El vital elemento también ha sido un problema para más de mil familias en la Región del Biobío. Desde el MOP monitorean la recuperación de los sistemas afectados. Ayer hubo una donación importante de la empresa privada.