Su legado va más allá de las letras, donde fue una figura reconocida a nivel mundial. Además, marcó gran influencia en el activismo social y en la educación chilena.
Dentro de nuestros anhelos, al igual que con la Convención Constitucional, vemos como una necesidad importante que se considere la inclusión social desde un principio en las propuestas y en cada una de las temáticas, como lo son la educación, salud, vivienda y trabajo.
Modalidad impertinente, pocos recursos y muchas complejidades viven los colegios que están dentro de centros de Sename y entidades que los poseen conformaron una Red para mostrar dificultades e impulsar cambios. Una es Tierra de Esperanza, que tiene dos y una está en Biobío.
Ojalá que el proceso constituyente y los proyectos políticos que postulan a la presidencia de la república en la actual coyuntura electoral, consideren que, sin desarrollo sostenido de la educación pública y la cultura en los territorios, valorando la riqueza espiritual de su diversidad, será complejo reconstruir comunidad y reparar las heridas de una sociedad fragmentada como la nuestra.