La falta de modernización del sistema es uno de los perjuicios al servicio que se entrega en el Gran Concepción y un proyecto FIC-R apuesta por acortar esa brecha para mejorar la experiencia de uso y así la calidad de vida.
Representantes de sindicatos y de organizaciones que los agrupan criticaron que se mantenga el “cortar boletos” como mecanismo para “hacerse” el sueldo. Reconocen que existe también irresponsabilidad en la conducción y ven en la migración de choferes hacia otras zonas como un problema que afecta a la calidad del servicio en general.
Ambos proyectos los lleva adelante el Ministerio de Vivienda y Urbanismo a través del Serviu, y según la planificación que hasta ahora existe los trabajos deberían iniciarse a mediados del próximo año, completando un nuevo circuito de vías dedicadas a la locomoción colectiva.
El subsecretario de Transportes, Jorge Daza, se refirió a la entrada en vigencia de la nueva regulación para los taxibuses en el Gran Concepción. La autoridad reiteró que con los nuevos contratos firmados entre el Estado y las líneas, tendrán más herramientas para controlar dónde y cómo se realizan los 88 recorridos existentes.
La iniciativa del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones cuenta con un financiamiento de 6 mil millones de pesos entregados por el Gobierno Regional del Biobío.