Representantes de sindicatos y de organizaciones que los agrupan criticaron que se mantenga el “cortar boletos” como mecanismo para “hacerse” el sueldo. Reconocen que existe también irresponsabilidad en la conducción y ven en la migración de choferes hacia otras zonas como un problema que afecta a la calidad del servicio en general.
Una serie de incidentes ocurridos en las últimas semanas han tenido como protagonistas a los conductores del transporte público de pasajeros en la zona, donde aún se recuerda lo que ocurrió el pasado 1 de septiembre en el cruce ferroviario de Boca Sur, donde el saldo fue 7 personas fallecidas y 11 heridos de diversa consideración.
Y en las últimas horas, una nueva colisión, esta vez en la comuna de Talcahuano y que tuvo como uno de sus partícipes a un taxibus de la Línea Ruta del Mar, con un balance de otras 35 personas lesionadas.
Si a eso se le suma las riñas registradas entre conductores comenzando este 2024 en Hualpén y Penco, inevitablemente obligan a preguntarse qué está pasando y la respuesta a esa pregunta la respondieron algunos de los representantes del gremio de los choferes locales, que ven en sistema de trabajo que existe actualmente, el de ganar por “boleto cortado”, como la explicación para buena parte de todas estas situaciones.
Así lo explicó Claudio Guerrero, dirigente de los choferes de la Línea San Pedro del Mar, quien plantea una serie de factores que se mezclan para generar situaciones peligrosas en el transporte público de la zona y que confluyen en el arcaico sistema de remuneraciones con que opera la locomoción colectiva.
“La presión, las largas jornadas laborales, el tema de estar peleando los pasajeros. Entonces, todo eso conduce a un manejo imprudente a la larga. Si en el fondo es eso, la precariedad laboral de los conductores se contrapone con la seguridad de los usuarios”, señaló.
En este sentido, Guerrero fue crítico del actuar de la autoridad y los anuncios de cambios que, a su juicio, no se notan.
“Resulta que el seremi dice que el transporte está mejorando en el Gran Concepción, pero no mejora en nada. Ahí tiene usted el accidente de ayer (sábado), gracias a Dios no murió nadie”, agregó.
Sobre una autocrítica a la manera en que los choferes están conduciendo sus máquinas y conviviendo entre ellos en las calles, Guerrero reconoció que hay problemas e incluso un efecto no deseado de la migración a otras zonas de conductores por mejoras laborales.
“También hay que entender que esa irresponsabilidad yo la asocio con que los buenos conductores han emigrado de la zona, los buenos conductores están trabajando de norte. Los que no se han ido es porque no pueden o no pasan los exámenes médicos y así se queda acá un porcentaje de quienes no tienen opción en el norte por el tema de las drogas, salud y todo eso va generando un contexto de cierta irresponsabilidad de algunos conductores”, mencionó.
“A veces está asociado a la juventud, porque algunos vienen recién empezando y piensan que nacen sabiendo y uno aprende con el paso de los años. No llevo animales, llevo personas y la idea es que sea lo más seguro tanto para el pasajero como para el conductor y eso no se da hoy en día, no se da por el sistema de trabajo que se ha instaurado en el Gran Concepción y no hay intención de mejorarlo. Entonces, mientras las autoridades no velen por la seguridad de los pasajeros, de los conductores, esto no va a cambiar”, sentenció.
Un análisis similar realizó Domingo Oportus, presidente de la Federación Intercomunal de Conductores del Biobío, quien también suscribe la tesis que las actuales condiciones laborales, explican las situaciones como las registradas en el último tiempo en la zona.
“Es un conjunto de situaciones, porque aquí el conductor sale en la mañana pensando que tiene que hacerse su sueldo diario. Aparte que hay un exceso de la jornada laboral, que todos lo sabemos, con conductores que trabajan 12 hasta 15 horas diarias. Más el trabajador tiene que pensar que tiene que pagar minutos (si se atrasa), tiene que pagar un control, tiene que echarle petróleo a la máquina y más hacerse el sueldo de él hay”, dijo Oportus.
“Hay una tensión, hay una carga enorme, aunque usted no lo crea, tanto física como psicológicamente, le afecta al trabajador”, aseveró el dirigente.
Y para ejemplificar, que las cosas pueden ser diferentes, Oportus recurrió al ejemplo de lo que ocurre actualmente en la Región Metropolitana, donde los conductores, tiene un sueldo base y contratos hace años.
“No es lo mismo que trabajar el TranSantiago, también hay accidentes, lo reconocemos, pero ellos tienen su sueldo, salen a hacer su jornada laboral, también hacen horas extras, pero más tranquilos. Ya no tienen que andar preocupado de llegar al terminar porque no tienen plata, no tienen que llegar preocupados que no se llevaron nada. Ellos reciben su sueldo al mes y contentos y tranquilos y sin ningún problema más. Así queremos tener nosotros y llegar a ese punto, pero queremos llegar ahora, rápido”, aseguró el representante sindical.
Todavía más duro en sus afirmaciones fue José Coronado, vocero regional de la Coordinadora de Conductores de Chile y quien participa de la mesa ciudadana por el transporte público, planteó que las situaciones de conflicto que se viven en el rubro pasan mayoritariamente por la forma en que los choferes deben recaudar para poder tener su sueldo y que esa manera es la causa la peor de todas.
“Nosotros llevamos tiempo denunciando que acá en la Región del Biobío y, obviamente, también en otras regiones, pero acá notoriamente impera un sistema criminal, un sistema criminal de cómo está concebido el transporte público”, dijo Coronado.
“El transporte público es una competencia infernal y el sistema de remuneración de conductor que lo obliga a competir por su sueldo, lo obliga a competir por dejar una recaudación que deje medianamente conforme al empleador, al dueño de la micro y por otro lado, que la recaudación que haga en el día alcance para pagar los gastos que produce la operación”, aseguró.
Es por ello, según Coronado, que la conflictividad se traspasa a la forma de conducir y a veces a las agresiones entre los propios conductores, como ocurrió días atrás.
“El transporte público es una competencia infernal y el sistema de remuneración de conductor lo obliga a competir por su sueldo, lo obliga a competir por dejar una recaudación que deje medianamente conforme al empleador, al dueño de la micro y, por otro lado, que la recaudación que haga en el día alcance para pagar los gastos que produce la operación”, añadió.
A renglón seguido explicó que el sistema de recaudación obliga a competir entre colegas e incluso entre amigos. “Con el que tomó el café en la mañana o almorzó en el terminal, después sale a la ruta y es algo muy similar a ser enemigos, porque compiten por los pasajeros y dentro de eso a veces se pierde el control y ocurre las situaciones como las que se vivió en el Mall, pero de repente las cosas se salen del control (…) Porque el pasajero es el sueldo, es el sustento, es el resultado del trabajo y como dice el empresario es la producción y trabajador que no produce o que anda siempre al mínimo, no sirve”, cerró el representante de un sector de los choferes de la zona.
Respecto a la colisión de este sábado en la comuna puerto, el seremi de Transportes Héctor Silva, informó que la máquina siniestrada se encontraba con su documentación al día y reiteró el llamado a una conducción responsable.
“Como seremi de Transportes, junto con lamentar estos hechos, contactamos a la empresa involucrada para que entregue información a nuestro Ministerio y a las instituciones a cargo de la investigación, quienes determinarán la causa del siniestro.
“El microbús mantiene su documentación en orden, con la revisión técnica al día, y la empresa involucrada en los hechos aún no está operando bajo la exigencia de la nueva regulación”, (Perímetro de Exclusión).
“Por otra parte, reiteramos nuestro llamado a los conductores a operar con responsabilidad y respetar las normas de tránsito, ya que las conductas imprudentes ponen en peligro la vida de pasajeros, peatones y otros conductores”, agregó la autoridad.