Las decisiones hace tiempo que dejaron de tomarse en los espacios que se supone constituyen una manifestación de la soberanía.
Debemos estar a la altura de la expectativa generada para, citando a Maturana, resolver esta crisis desde la comprensión del otro como un legítimo otro.
Todo indica que los chilenos estamos hartos de observar como los “vivos” se han tomado las instituciones.
La invitación es a despertar a ese Chile solidario, a ese Chile resiliente que saca lo mejor de sí frente a lo adverso.