Parece que aún nos cuenta asumir que las mujeres debemos ser una voz en cada espacio de nuestra sociedad; que niños, niñas y adolescentes son sujetos de derechos, frente a quienes hay además un mandato internacional de protección universal e integral. Tampoco hemos asumido que los pueblos originarios son parte esencial de un Chile diverso y amplio, que también integran quienes han migrado a nuestro país.
Después de ser un país entusiasta con la integración (Otan, UE), por la crisis política y económica de la década anterior, Hungría está dirigida por la coalición Fidesz (nacionalismo conservador) y que hoy cuenta con mayoría absoluta bajo el mando de Viktor Orban, y cuyo fogoso eurodiputado fue aliado y partidario participando de la redacción de su nueva Carta Magna en 2011.
Nuevamente aparece el TC como actor para dirimir controversias que, más allá de consideraciones jurídico-formales, se refieren más bien a conflictos de carácter político.
El desafío de alcanzar, para la Región del Biobío, sus comunas y el gran Concepción, territorios inteligentes cohesivos e inclusivos requerirá entonces de constituirnos en laboratorios del progreso y el bienestar, cuyo objetivo debe permitir dar respuesta a la creciente demanda de soluciones locales que vienen de abajo hacia arriba en lugar de arriba hacia abajo.
Es en el sistema constitucional en que se debe buscar por todos en conjunto la forma más idónea para garantizar la libertad de cada uno. La ley no lo soluciona todo, pero los marcos jurídicos claros que confieren certezas permiten optimizar las decisiones que se adopten conforme vayan transcurriendo los inciertos acontecimientos de la vida.