Opinión

De legalidad y libertad

Es en el sistema constitucional en que se debe buscar por todos en conjunto la forma más idónea para garantizar la libertad de cada uno. La ley no lo soluciona todo, pero los marcos jurídicos claros que confieren certezas permiten optimizar las decisiones que se adopten conforme vayan transcurriendo los inciertos acontecimientos de la vida.

Por: Diario Concepción 02 de Diciembre 2020
Fotografía: Carolina Echagüe M.

Andrés Cruz Carrasco
Abogado, magíster Filosofía Moral

Uno de los más grandes desafíos que se deben asumir en condiciones de crisis y desafección institucional es establecer en un momento y lugar específicos, en un contexto histórico determinado, cuáles son las prácticas necesarias y suficientes para hacer posible sin trabas la libertad de todos y no sólo de un puñado de privilegiados o de quienes se creen vencedores, desesperados por aparecer como protagonistas de alguna gesta mesiánica y heroica, como voceros de un pueblo que no los ha elegido.

No es la libertad de hacerlo todo. De atropellar los derechos y las libertades del prójimo con el pretexto de materializar un bien mayor o para defender a quienes no han pedido auxilio ni ser representados por algunos fanáticos que se aprovechan de circunstancias antagónicas para levantar sendas suicidas e impracticables, ya sea por ingenuidad, por resentimiento o por ignorancia.

Es en el sistema constitucional en que se debe buscar por todos en conjunto la forma más idónea para garantizar la libertad de cada uno. La ley no lo soluciona todo, pero los marcos jurídicos claros que confieren certezas permiten optimizar las decisiones que se adopten conforme vayan transcurriendo los inciertos acontecimientos de la vida. Piero Calamandrei sostenía: “Y esto, tanto en el sentido negativo y egoísta de que la personalidad de cada uno pueda desenvolverse libremente dentro de los límites marcados por el respeto debido a la personalidad de los demás, como en el sentido positivo y altruista de que la vida moral de cada uno pueda hacer notar su propia contribución práctica en la elevación y el mejoramiento de la vida social”.

Los contenidos de las leyes que vayan a dictarse en el futuro no pueden predecirse, pero si la estructura del mecanismo constitucional que sirva para crearlas. La solución dependerá del contexto específico en el que nos encontremos, debiendo asegurarnos de que el diálogo legislativo se desenvuelva mediante un debate con adopción de una resolución que sean libres.

La legalidad es una de las condiciones para la libertad por dejar asentado los límites de su ejercicio. Permite saber que es lo lícito y lo ilícito, sin imponer un orden determinado. Busca prevenir y gestionar adecuadamente los conflictos que puedan suscitarse no sólo entre los ciudadanos, sino que también entre éstos con las autoridades y también entre éstas, respetando y promoviendo la dignidad humana y los derechos fundamentales. Esto es el Estado de Derecho que asegura la proyección de una convivencia social y participación efectiva y no la imposición del que se cree legitimado por gritar o pegar más fuerte.

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