A través de la coordinación de los zarpes y con la suspensión de faenas de pescas durante el fin de semana, se superó la crítica situación que generaron las emanaciones de olores el Talcahuano.
Los vecinos asocian un mal olor con una época determinada. Un mal y pésimo cuasi patrimonio histórico urbano que nadie quiere sostener, ni hacerse responsable.
Con la extensión de un mes de plazo de término, inicialmente programado para el 31 de marzo, autoridades trabajan en buscar soluciones y alcaldes de las comunas más críticas comentan la urgencia de buscar nuevas alternativas para el destino de sus desechos.