123 mil toneladas anuales de ropa usada ingresa a Chile y gran parte de ella termina en basurales, sobre todo en el norte del país. Esto ha llevado, incluso, a que se proponga un proyecto de ley que mejore la fiscalización de la ropa que pasa por Aduanas.
Aunque los comandos deberían retirar su propaganda electoral dañada, en Concepción el municipio termina asumiendo la limpieza de calles y áreas verdes, utilizando recursos públicos para trasladar al vertedero los restos de las “palomas” destruidas durante la campaña.
El problema es que en materia de reciclaje estamos en fase inicial en nuestro país. Existen iniciativas, sí, pero insuficientes para solucionar el problema.
Comunas como Concepción, Hualpén y Coronel implementaron medidas especiales que van desde puntos limpios móviles hasta recolección de aceite.
Los plásticos son versátiles y resistentes, siendo materia prima de múltiples artículos que son parte de la vida diaria, incluyendo los desechables que se transformaron en una de las más graves amenazas ambientales porque no se biodegradan. El envasado de comida es gran contribuyente de este fenómeno que un proyecto local busca abordar al desarrollar un nuevo material.
Según el catastro, cada habitante de la zona significa un equivalente a \$22.640 al año, mientras la revalorización alcanza apenas los 5 kg por persona.