Tras el estallido social, hubo renuncias de candidaturas y aparente desinterés de la actual administración por la contienda. Cartas visibles dicen que aún falta mucho.
Parlamentarios y analistas concuerdan en que es la única forma de fiscalizar a las autoridades de Gobierno y que rindan cuenta ante el Congreso. En la UDI, en tanto, sostienen que la utilización del instrumento debe ser justificado.
Con una aprobación que no supera el 20% y renuncias de sus representantes, la actual administración ahora suma un nuevo dolor de cabeza. Gremialismo explicó sus razones.