La formación y el empleo son los principales vehículos para la verdadera inclusión, pero sin duda ésta debe ir acompañada de cambios culturales respecto a la discapacidad.
Qué vital sería aprender de lo poco que se necesita para poder recuperar ambientes y vivir en armonía con la naturaleza.
Cualquier normativa moderna que pretenda hacerse cargo de la realidad del fenómeno migratorio actual y futuro, con perspectiva de derechos, debe contemplar mecanismos de regularización, flexibles y permanentes, alejándose de los conceptos de selectividad y discriminación.