Pareciera que estamos indefensos ante grandes emergencias, que estamos a merced de pirómanos/as o de condiciones meteorológicas adversas, y lo cierto es que tenemos un paisaje perfectamente funcional a la ocurrencia de grandes incendios, tanto a escalas regionales, como a escala urbana.
Este fin de semana estuvo marcado por el contraste entre quienes realizan esfuerzos para salir de la pandemia y quienes simplemente hacen oídos sordos a los llamados de autocuidado.