Política

Delegada Presidencial: “Las mujeres tenemos una forma de liderar más de conversación y escucha”

La autoridad valora la paridad en la política, pues ha permitido dar espacio a las mujeres y sus capacidades, y reconoce un liderazgo femenino que invita al diálogo.

Por: Cecilia Bastías 08 de Marzo 2024
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

Daniela Dresdner, delegada Presidencial Regional del Biobío, socióloga y militante de Revolución Democrática, detalló que el liderazgo político femenino sigue teniendo complejidades ya que se trata de un espacio altamente masculinizado. Estableció cómo aún en el caso de mujeres en altos cargos, es necesario que demuestren constantemente su idoneidad.

-¿Puede comentarnos algo del trayecto que recorrió para llegar a su actual cargo? ¿Cuáles fueron las mayores dificultades que tuvo que sortear?

Yo siempre he estado interesada en la política, desde mi época del colegio en el centro de alumnos, y en la universidad, mantuve esa conexión. Es una herencia familiar. Me vinculé a distintos movimientos y acciones dentro de la carrera y la universidad. Nunca milité en un partido político, porque no había uno que me llenara y seguía participando con gente en movimientos que no eran específicamente un partido político.

Después me fui a hacer un magíster a Santiago, ahí vino el movimiento estudiantil y por primera vez en la historia de la Universidad de Chile, los estudiantes de postgrado nos involucramos. Cuando volví a Concepción, llegó este movimiento que era Revolución Democrática, me invitaron a participar y lo que más me llamó la atención era que su lema era “Crear para creer”, que por lo tanto implicaba que no había nada hecho, había que hacerlo. Había que construirlo y yo estuve desde el inicio en esta construcción.

Participé en cargos internos, armando Revolución Democrática en la Región del Biobío y comencé a ganar un espacio como de figura política en la Región. Cuando vinieron las elecciones de 2017, me llamaron para trabajar en el Congreso que es una realidad política bastante más difícil, y luego con la pandemia volví a la Región.

La política es un mundo bastante machista, mucho tiempo ha estado controlado por hombres. Por lo tanto, cuando uno sale de los nichos de participación internos, nota que es un mundo bien hostil hacia las mujeres. RD es un partido feminista y las luchas eran en contra de los micromachismos, cuando sales al Congreso, te das cuenta que esta realidad protegida no es la realidad que vives afuera, ahí empieza a ser claramente más duro.

Desde que te miran en menos hasta que te coquetean por cualquier cosa, todas esas cosas pasan en el Congreso normalmente. En cualquier caso, lo más complejo ha sido acá siendo delegada, no sólo porque entré en el mundo de los políticos (hombres), sino porque entré en este mundo siendo un contrincante, que además es mujer y la mirada de muchos es muy de “qué viene esta mina a meterse acá, en un lugar donde no tiene nada que hacer”.

-¿Qué diferencias observa en su liderazgo femenino? ¿Considera que existe algún matiz distinto y cómo logra validarlo en su área laboral?

Las mujeres en general tenemos una forma de liderar que, si no buscamos imitar a los liderazgos masculinos, somos un liderazgo bastante distinto. Son liderazgos más horizontales, más de conversación y escucha, menos de golpear la mesa y subir la voz. Sabiendo lo que uno está hablando, teniendo determinaciones y conocimiento uno logra que la gente lo escuche.

Nuestro liderazgo es más dialogante, de tomar las decisiones que hay que tomar sin duda, pero incorporando las opiniones de otros. Eso hace que sean, además, liderazgos más asequibles para la gente, no se trata que las personas vean un líder inalcanzable, sino un líder que les da confianza, alguien con quien pueden hablar, que puedan querer, más por la vía del respeto que por miedo.

-¿Considera que sigue existiendo inequidad laboral y en el entorno? ¿Cuáles siguen siendo los desafíos a futuro en la equidad laboral en general?

Sin duda existe inequidad laboral en todos los niveles. En las políticas y cargos de autoridades, la única razón porque tenemos más autoridades mujeres es porque existe una política instalada de paridad, una intención constante y real de poner más mujeres en cargos de poder. Si eso no existiera, lo más probable es que no habría una gran diferencia respecto de lo que había antes.

Existe una percepción de la política masculinizada, lo que no ha cambiado drásticamente, aún existe esta percepción que el hombre va a ser más eficiente. Cada vez que yo instalo a una seremi mujer en el gabinete tiene que probar que es capaz, eficiente e inteligente mientras que cuando instalo a un seremi hombre no tiene que probar nada, porque se asume que es inteligente y por eso está ahí. Eso se ve constantemente aún en la política que hacemos todos los días.

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