Además, para la líder de la Federación Regionalista Verde Social, una nueva Carta Magna debe consagrar la protección del medioambiente.
La presidenta de la Federación Regionalista Verde Social (Frvs), Flavia Torrealba, estuvo de visita en la Región del Biobío con objeto de acompañar e impulsar la campaña al Consejo Constitucional del candidato Cristian Cartes. En ese contexto, la líder de los “Regionalistas Verdes” conversó con Diario Concepción para abordar el actual proceso constitucional, las proyecciones de una nueva Carta Magna, el anuncio de la Estrategia Nacional del Litio y la crisis climática.
-Es un proceso complejo, no hay esa efervescencia como tú señalas, ni ese desborde de emociones, de esperanzas y de expectativas que acompañó la primera etapa del proceso (pasado). Lo bueno de eso es que cuando los procesos son un poco más calmados, también tienen la posibilidad de ingresar más profundamente en la reflexión y eso es más eficiente al momento de llegar a una norma suprema que no esté acompañada por el desborde emocional, sino por la reflexión y la serenidad. En la virtud está el vicio y en el vicio está la virtud.
-Creo que todo el juicio que acompañó al proceso pasado es un juicio injusto, esa evaluación lapidaria que todos los actores interesados hicieron del proceso pasado, no sólo castigó a los pueblos originarios sino también la representación de los territorios. Nosotros de todas maneras no aspirábamos a tener un órgano que se constituyera con 50 miembros (…) Ya es un fracaso el tener 50 curules preparados para recibir representantes y más encima la garantía de que haya representantes de los pueblos originarios es muy baja, a lo más va a llegar uno o dos.
Eso me parece que fue parte del aprovechamiento del sistema político de este proceso, porque además es un proceso muy injustamente tratado. La primera etapa, si bien generó un texto que no fue aceptado por la ciudadanía, el control constitucional lo hizo la propia ciudadanía.
El texto que entregan los expertos constitucionales tiene un problema tremendo. Nosotros ya hemos advertido acerca de algunos problemas graves que trae el texto, como por ejemplo la situación del agua. Por cierto, el primer logro de los regionalistas verdes fue haber presentado el capítulo 13, que no existía de medioambiente, y la Comisión Experta finalmente amplió digamos este capítulo lo agregó, pero es un capítulo separado. Nosotros aspirábamos a que se entendiera que al menos el concepto de cambio climático era un elemento ordenador de todas las normas de todas las jerarquías de normas.
-Creo que hay cuestiones que son de rango constitucional y otras no lo son. Y tal como en el proceso pasado hubo un exceso de normas con rango constitucional que perfectamente podrían haberse regulado con leyes como por ejemplo el aborto que era un tema que enfrentaba la sociedad. Ahora (…), la descentralización tiene que tener rango constitucional, el Estado descentralizado tiene que estar. Tiene que estar la idea de cambio climático como el nuevo contexto que va a definir las reglas de los próximos 50 años.
-Las derechas están sitiadas y están en una relación confusa entre ellas, porque las derechas democráticas, con las que uno puede conversar, gobernar, acordar, avanzar, están amenazada por una derecha muy radicalizada que no hace política, sino que instala, digamos, slogans que son de fácil manejo comunicacional y amenaza a la derecha democrática.
Las derechas democráticas están entrando en un ‘loop’ peligroso porque, en lugar de ir avanzando hacia la ampliación de derechos civiles y políticos, este diálogo interno de las definiciones de qué van a ser las derechas en el futuro, está limitando esta libertad, este diálogo democrático. Y eso te lo digo porque el voto nulo y el voto blanco no le benefician a nadie. Cuando un proceso electoral tiene una gran cantidad de votos blanco es una muy mala noticia para la democracia, porque ahí falta respaldo ciudadano a una institucionalidad con la magnitud de la que estamos esperando escribir.
-Es un tema central para nuestro partido. Es uno de nuestros ejes la transferencia de poderes a los territorios y recursos para que los territorios puedan desarrollarse y planificar su vida, digamos, en un ecosistema que tiene un límite y, naturalmente, nosotros tenemos que salvar el mundo para hacer que todos lleguen a fin de mes.
En eso se resume nuestra responsabilidad como partido político. Nosotros en este caso ya habíamos avanzado en la discusión porque todos se olvidan que Chile ingresó al pacto de París y ese pacto obliga a Chile a colaborar en disminuir los gases de efecto invernadero que tienen como principal fuente la quema de combustibles fósiles de la industria y del sector automotriz. Entonces hay que ir hacia un mundo, hacia la electromovilidad y hacia un mundo que se alimente de energía renovable.
-Hay otras alternativas siempre (…) dentro del Plan Nacional del Litio, también viene anunciado este instituto que va a preocuparse de generar externalidades positivas a la explotación del litio y que no solo sea daño y sea sacrificio para la comunidad y para el país, porque en el fondo es patrimonio de toda la nación.
En eso la mirada del Gobierno del Presidente, Gabriel Boric, nos llama a todas las fuerzas políticas a reflexionar, a qué es necesario entender que estamos en un mundo nuevo. Nosotros no podemos seguir analizando la política o la realidad nacional o mundial como si estuviéramos en el siglo XIX. (…) Es tan complejo el mundo que estamos viviendo que creemos que hay que generar un nuevo repertorio conceptual para poder enfrentar el futuro.