Nueva administradora ejecutiva dijo que con nueva gobernanza “empieza un proceso de inflexión” para transformar el espacio “el Parque Cultural Metropolitano del Biobío”.
“El abandono en que se encontraba sumido el parque es evidente”, dijo categórica, Javiera Matus de la Parra, la nueva administradora ejecutiva del Parque Pedro del Río Zañartu, quien hace unos días fue confirmada en el cargo y ya tiene un primer diagnóstico sobre el espacio.
“Lo tengo grabado en la cabeza, transformar el espacio en el Parque Cultural Metropolitano del Biobío”, repitió como si fuera un mantra. Y es ese, aseguró, el principal desafío para la que fue convocada y por el trabajará durante los próximos años. Sabe que se trata de un desafío mayor, y por ello, tras ser oficializada en el cargo conversó con los trabajadores, quienes serán parte de las primeras medidas que se tomarán en el lugar, aseguró.
“La situación en lo laboral es compleja y precaria. En ese sentido, hay unas medidas urgentes que se tomarán, entre ellas, mejorar las condiciones laborales de los cerca de 40 trabajadores que tiene el Parque. A mí, de verdad, me ha sorprendido el compromiso de ellos tienen. De hecho, una de las medidas que tomaremos, será comprar herramientas. Parece increíble, pero así es. Estamos hablando de equipos de jardinería o elementos para realizar los cierres perimetrales”, contó.
Realizar un trabajo en materia de prevención de riesgos, o comprar ropa ad-hoc para verano e invierno, también es parte de lo más inmediato.
El estado de abandono en que se encontraba el espacio se refleja, por ejemplo, en lo dañado que está parte de la casona de Pedro del Río Zañartu, donde se expone su colección personal y otros objetos de valor que han sido entregados y donados al museo. Esos daños, en efecto, se produjeron durante el terremoto y tsunami de 2010, y desde entonces no se ha intervenido.
“El Parque al ser un legado que se remonta a 1917, tenía una forma de funcionamiento muy arcaico, que no se ha podido modernizar”, enfatizó Matus.
Claro, lo anterior cambió con la nueva gobernanza, pues la comisión administrativa (que actúa como directorio) ahora está integrada por el Gobernador Regional, y las municipalidades de Hualpén y Concepción. Ahora se trata de corporación que funciona bajo el alero del Gobierno Regional (Gore) y, por ello, hoy se puede disponer de recursos. Recientemente, el Consejo Regional (Core) aprobó $1.200 millones para la operatividad del Parque.
En ese contexto, lo que viene ahora, son medidas corto plazo, como las mencionadas o mejorar la seguridad para los visitantes, la señalética y los senderos, pero también un trabajo de mediano plazo como la creación de Plan Maestro que se podría extender entre 8 a 10 meses, entre otras razones, porque contempla participación ciudadana y descentralizada.
De este trabajo, podrían surgir algunas ideas como el término del cobro en el ingreso, que ha sido lo que ha sostenido al parque en los últimos años.
“Como ya no dependemos de una recaudación, el plan va a determinar un camino. Por ejemplo, hay medidas urgentes que se realizarán en los próximos tres meses. En el caso de la Casona, hay que realizar un trabajo de restauración con profesionales adecuados, pero ello no se puede prolongar más allá del próximo año”, comentó.