El derecho a la salud, uno de los contenidos fundamentales de los denominados “derechos económicos, sociales y culturales”, forma parte de los temas incluidos en el proyecto de nueva Constitución, innovando en los enfoques y materias comprendidos en este derecho.
La propuesta de nueva Constitución propone la consagración del derecho a la salud y bienestar integral, incluyendo su dimensión física y mental. Establece también como deber del Estado proveer las condiciones necesarias para alcanzar el más alto nivel posible de la salud, considerando en todas sus decisiones el impacto de las determinantes sociales y ambientales.
Se establece también en el proyecto la existencia de un Sistema Nacional de Salud de carácter universal, público e integrado, que incorporará acciones de promoción, prevención, diagnostico, tratamiento, habilitación, rehabilitación e inclusión en materia de salud. Señala que la base de este sistema debe ser la atención primaria, y que en ella se promoverá la participación de las comunidades en políticas de salud. Este Sistema Nacional podrá estar integrado por prestadores públicos y privados, en la forma que establezca la ley.
Se señala que el Sistema Nacional de Salud será financiado a través de las rentas generales de la nación. Adicionalmente, la ley podrá establecer cotizaciones obligatorias a empleadoras, empleadores, trabajadoras y trabajadores con el solo objeto de aportar solidariamente al financiamiento de este sistema. La ley determinará el órgano público encargado de la administración del conjunto de los fondos de este sistema.
El Sistema de Salud contemplará políticas y programas en materia de salud mental, así como también el reconocimiento a los sistemas de medicina tradicional propios de los pueblos originarios, lo que implica un reconocimiento constitucional a las políticas de salud intercultural.
