“La propuesta ofrece una ruta para transitar desde un sistema dual altamente desigual, hacia un sistema universal público e integrado”.
Dra. Cecilia Bustos Ibarra
Académica del Dpto. de Trabajo Social
Facultad de Ciencias Sociales UdeC
El Derecho a la Salud está contenido en el Art. 44 en la propuesta de Nueva Constitución y considera cambios estructurales, bajo una comprensión amplia de la salud “Toda persona tiene derecho a la salud y al bienestar integral, incluyendo sus dimensiones física y mental”, reconociendo la importancia que tienen los llamados determinantes sociales y ambientales (las condiciones materiales de vida y trabajo) y de respetar las prácticas de salud de los pueblos indígenas.
El derecho a la salud ha sido regulado, promovido y protegido desde los organismos de Naciones Unidas (OMS, OPS) y por tratados internacionales de DDHH (en especial el PIDESC en 1966, ratificado por Chile en 1972). Esta propuesta constitucional, permite adecuar la normativa nacional a los estándares internacionales en la materia, tanto en términos de la definición y comprensión del derecho a la salud como al establecimiento de garantías ante su vulneración; ya que establece como garantía constitucional la acción de tutela judicial; lo que nos permitiría superar otro de los principales problemas de la Constitución de 1980, que actualmente excluye el derecho a la salud del catálogo de derechos sujetos a tutela judicial a través del recurso de protección.
En términos de la estructura del Sistema, se propone un “Sistema Nacional de Salud de carácter universal, público e integrado”. ¿Cuál sería entonces el rol de los actores privados? La propuesta es explícita en definir que “Le corresponde exclusivamente al Estado la función de Rectoría del Sistema (regulación, supervisión y fiscalización tanto de las instituciones públicas como privadas), sistema que podrá estar integrado por prestadores públicos y privados bajo ciertas regulaciones”.
El mayor cambio se da en la función de aseguramiento, es decir, las ISAPRES, podrán reformarse y actuar como seguros de salud complementarios; es decir, todas las personas que vivimos en Chile, seremos parte de un mismo sistema de salud, lo que no impide que quienes lo deseen y puedan pagarlo, puedan contratar seguros de carácter complementario o de segundo piso.
En síntesis, la propuesta ofrece una ruta para transitar desde un sistema dual altamente desigual, hacia un sistema universal público e integrado, que comprende la salud como un bien público.