Tanto el gobernador regional como la delegada presidencial se manifestaron a favor de concretar la iniciativa. Impulsores esperan, al menos, instalar la primera piedra para los 50 años del Golpe de Estado.
Durante la última administración de la presidenta Michelle Bachelet en la Región empezó a tomar forma una idea que fue muy bien recepcionada por las autoridades de la época y que, incluso, fue apoyada con la aprobación de recursos: un Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.
Biobío fue una de las regiones más golpeadas por las atrocidades cometidas durante la dictadura cívico militar, por ello no extrañó que una iniciativa como esa tomará fuerza. De hecho, se eligió hasta el lugar de su emplazamiento en el Parque Bicentenario de Concepción.
Con el arribo del administración del presidente Sebastián Piñera el proyecto se diluyó. Primero se dijo que por el costo y luego porque su emplazamiento chocaba con la eventual idea de soterrar la vía férrea. Al final, solo se trató de falta de voluntad política.
Sin embargo, sus impulsores no bajan los brazos y apuestan porque, al menos, se instale la primera piedra para los 50 años del Golpe de Estado, en septiembre de 2023.
“Hay buenas noticias, en el sentido que hay disposición política para poder continuar con el proyecto. Hay que reevaluarlo desde el punto de vista técnico, porque el proyecto que era de $3 mil millones hace cuatro años, obviamente, va a tener un costo más alto”, comentó Gabriel Reyes, secretario de la Corporación Regional por la Memoria y los Derechos Humanos.
Relató que tuvieron una primera reunión con el gobernador regional, Rodrigo Díaz, quien en su programa de gobierno manifestaba su interés por recuperar la iniciativa.
“También hemos iniciado conversaciones con el ministerio de Obras Públicas que tiene el proyecto en su manos y hay que actualizarlo”, agregó Reyes.
Consultado al respecto, el gobernador Díaz comentó que “para la administración que dirigo es del más alto interés poder financiar esa iniciativa, como también otras que tampoco se materializaron y que habían quedado aprobadas como el Museo Meissner o el Planetario de la Universidad del Bío-Bío”.
La autoridad regional explicó que el proyecto es “del más alto interés, porque un Museo de la Memoria lo que refleja es el horror que ocurrió en un momento determinado de la historia del país, pero también es un aprendizaje para que las personas de nuestro presente tomemos decisiones que nos permitan siempre cuidar la democracia”.
Pero no es el único apoyo que tiene la iniciativa. Más allá de la injerencia que pueda tener, la delegada presidencial, Daniela Dresdner, dijo que “no hay dudas respecto a cuál es la posición del gobierno para este tipo de iniciativas, son extremadamente importante. Los museos de memoria cumplen una función muy importante y en una sociedad como la nuestra, que ha tenido muchos episodios de alta violencia, efectivamente requiere de proyectos como estos”.
En el marco de la reciente celebración del Día Internacional del Libro, el pasado 23 de abril, la Corporación Regional por la Memoria y los Derechos Humanos realizó un campaña para la recolección de libros con ese enfoque. Lo anterior, justamente con el objetivo de que sea parte del futuro espacio de memoria.
La campaña fue todo un éxito, porque si bien se pensaba en conseguir 50 títulos, estos superaron los cien.
“Con mi esposa estamos muy contentos de poder haber contribuido con esta iniciativa que tiene que ver con la democracia y con el hecho de no olvidar las atrocidades de la dictadura cívico militar. Además, me parece excelente que exista un museo donde se puedan exhibir cosas, no solamente en Santiago”, dijo Edgardo Condeza, presidente del Movimiento por la Consulta y los Derechos Ciudadanos, quien donó un libro a la campaña.
El escritor y ex candidato a alcalde, Juan Polizzi, comentó que “rescatar la memoria es valioso, así como que los niños conozcan qué ocurrió. Debería estar incluido en la educación formal. De hecho, como taller literario Mano de Obra estamos trabajando mucho sobre esto”.