Ambas autoridades estuvieron a más de 640 kilómetros de distancia para entregar sus versiones sobre la forma en que funcionará la medida. Hay molestia en los vecinos de Lebu, ya que sienten que el contingente no es necesario en la zona.
A la medianoche del jueves entró en vigencia el Estado de Excepción por Emergencia en las provincias de Biobío y Arauco, pero la forma en cómo se comunicó generó molestia en el Gobierno Regional, ante la inexistencia de una conversación previa con alguien del nivel central para conocer más antecedentes del decreto y cómo afectará a las comunidades.
Por ello, el gobernador Rodrigo Díaz, junto a alcaldes de ambas provincias, viajó a Santiago para obtener alguna respuesta. “Las autoridades electas en el territorio no nos hemos enterado por parte de las autoridades (del gobierno central) de estas medidas. Le podríamos haber dicho que no hay este tipo de problemas en toda la provincia del Biobío, o que se informara a la población sobre los alcances. Yo no he recibido ninguna comunicación oficial de visita alguna a la Región”, acusó Díaz.
El alcalde de Mulchén, Jorge Rivas, comentó que “queremos ser incorporados como actores relevantes del territorio cuando se toman este tipo de decisiones”.
El ministro del Interior, Rodrigo Delgado, lamentó que Díaz se encontrara en la capital y aseguró que la falta de comunicación se debió a una serie de descoordinaciones. De hecho, dijo que la información al gobernador debía ser entregada por el delegado presidencial.
“Los alcaldes de la zona están al tanto y esa es la paradoja de la descentralización, saquen sus conclusiones si él está en Santiago y nosotros acá. Esta es una atribución presidencial y apenas las medidas se han puesto en marcha fueron notificados vía oficio que les enviaron los delegados presidenciales”, espetó el titular de Interior.
Sin embargo, el oficio señalado por Delgado, ingresó vía correo electrónico recién a las 13.41 horas de ayer.
La comunidad de Lebu no está conforme con la llegada de las Fuerzas Armadas, y argumenta que el despliegue militar no es necesario en la zona. “Esto traerá represión y no estamos en dictadura. Acá las autoridades nunca se han hecho cargo del narcotráfico. Nosotros estamos contra el narcotráfico. Nuestra lucha es resistencia, no terrorismo”, comentó una dirigenta mapuche, que se identificó como Camila.
Saul Lagos, dirigente de la pesca artesanal, dijo que “esto me causa extrañeza. Lebu es una comuna de personas tranquilas. Esto no se soluciona con violencia ni con militarización. Este es un error garrafal de la autoridad”.
Sandra Reyes, vecina de la capital provincial, agregó que “se debe resguardar la novena región, acá vienen a mostrarse para que uno les tenga miedo. Pero ellos acá son personas comunes y corrientes, esto no se va a permitir”.
Delgado se trasladó a la provincia de Arauco para explicar cómo funcionará el Estado de Excepción.
Indicó que “las Fuerzas Armadas pueden colaborar con todos los medios disponibles para que las policías desarrollen sus actividades habituales, podrán acompañar a las policiales, pero no participar directamente de los operativos. Acá se debe aprender de lo ya realizado durante el anterior Estado de Excepción”.
Serán los jefes de plaza quienes determinarán la existencia de toque de queda, pero no es la intención de la autoridad decretarlo.
Sobre la cantidad de funcionarios desplegados, se estima que serán alrededor de 900, aunque el Jefe para la Defensa en el Biobío, Jorge Parga, declinó entregar detalles.