Delegado presidencial del Biobío y último intendente del Biobío también salió al paso de las críticas durante el proceso de instalación y desestimó que la salida del ex gobernador de Arauco se haya debido a pasadas de cuentas partidarias.
Ya pasaron diez días desde que Patricio Kuhn (UDI) asumió como delegado presidencial del Biobío, tras ser el último intendente de la Región, y reconoció que los cambios se han notado. Ya no tiene la preocupación del Gobierno Regional (entre ellos la ejecución presupuestaria), no obstante, sí ha habido una recarga laboral al asumir las tareas de seguridad que correspondían al desaparecido cargo de gobernador de Concepción.
Pero más allá del nuevo escenario, en diálogo con Diario Concepción, Kuhn respondió los polémicos episodios que se generaron con la instalación de la nueva forma de administración, desde la salida del ex gobernador de Arauco, hasta las críticas de los funcionarios de la Intendencia. También habló de otros temas.
Sobre Óscar Muñoz dijo que su salida no fue ni por mala evaluación ni por “vendetta política”, como se rumoreó. “Él hace mucho tiempo que había manifestado su interés de volver al mundo municipal y, por otro lado, estaba la oportunidad de contar con el exalcalde, Mauricio Alarcón, que tiene una experiencia enorme”, sostuvo.
Respecto a los cambios internos, comentó que siempre ha tenido una buena relación con los funcionarios y aseguró que se requieren ajustes “pero de ninguna manera van a quedar personas complicadas o menoscabadas en su lugar de trabajo”.
Por cierto, justificó el gastó de $9 millones en la instalación de un letrero en el edificio calle Prat. “Fue un solicitud nacional, no tiene que ver con un caso particular en la Región. Es importante que cada edificio público tenga una identificación. Es esencial. De hecho, hay que hacer algunas internas”, manifestó.
Insistió en lo anterior, incluso, si la figura del delegado presidencial llegara a desaparecer, como lo plantean algunos candidatos a la Presidencia. “Eso es hipotético, lo que hay que tener claro ahora, es que tenemos un Gobierno Regional y un gobierno nacional, que tiene a sus representantes en cada una de las regiones, y ambos fueron electos por la ciudadanía”, comentó.
Que haya dos autoridades en la Región, dijo, es una oportunidad para trabajar mejor, sobre todo, con Rodrigo Díaz, a quien “conozco del mundo municipal”.
“No se trata de un monstruo de dos cabezas, sino que dos cabezas piensan más que una, y podemos trabajar unidos por la Región. Es una ventaja poder sincronizar el trabajo y de forma colaborativa velar por el buen desarrollo de nuestra Región”.
Pero más allá de la buenas intenciones, es hecho que las autoridades tienen diferencias, y una de ellas apunta al Plan Regulador Metropolitano de Concepción (Prmr), que Kuhn apoya y enfatiza que se trata de una modificación, las mismas que se podrán seguir efectuando, aseguró.
“Este es un plan en constante cambio y yo creo que, por el convencimiento personal de haber trabajado en él cuando fui consejero regional (presidió la comisión que trabajó en el tema), es que la propuesta actual es bastante buena. No es perfecta, pero es mucho mejor que lo que tenemos y es importante decirlo. En este momento hay una desregulación y desactualización de la normativa vigente y es importante corregirlo”, manifestó.
Agregó que el plan “le devuelve a los municipios la posibilidad de autodefinir cuál es la utilización de sus propios territorios. Y eso se da porque el plan solo se preocupa de temas intercomunales, que afectan a más de una comuna”.
– En su opinión, ¿qué tan dañino podría ser posponer la votación, por seis meses, como lo propone el gobernador, considerando que es un plan que se puede modificar?
– Es que esto tiene un plazo legal, que se rige por la ley de urbanismo, y se contemplan etapas que se han ido cumpliendo, entre ellas, el proceso de consulta, cuyo número es histórico. No solo se hicieron consultas a la ciudadanía, también a los municipios y otros organismos. Son más de 1.500 observaciones y se resolvieron. Entonces, en mi opinión, es importante que ese trabajo no se pierda.