La futura máxima autoridad en la Región igual encabezará la instancia política donde, no solo deberá tender puentes con sensibilidades distintas a las suya, también deberá avanzar en ejecución presupuestaria y descentralización.
Este miércoles se inicia una nueva etapa en la administración regional. La figura del intendente ya no será parte del organigrama de cada territorio y en su reemplazo asumirá un gobernador regional electo por la ciudadanía, que en el caso del Biobío es el independiente Rodrigo Díaz; y un delegado presidencial, representante del Jefe de Estado en la zona, que debería ser Patricio Kuhn (UDI).
Aunque aún se tramitan dos proyectos de ley para definir atribuciones de cada uno (y recursos, en el caso de las regiones), uno de los roles que deberá cumplir el gobernador será presidir el Consejo Regional (Core) y, desde ese rol, tendrá importantes desafíos, por ejemplo, en materia de descentralización y de ejecución presupuestaria.
Pero, en voz de quienes ya asumieron la presidencia, desde que el Core es electo por la ciudadanía, también deberá trabajar en acuerdos políticos.
Flor Weisse (UDI), quien presidió el Core entre marzo de 2018 y octubre del año pasado, comentó que Díaz tendrá el desafío de “convocar a las diferentes sensibilidades políticas al interior del Core tras un objetivo común que es el desarrollo de nuestra región para impactar positivamente la vida de los ciudadanos, de modo que este avance en descentralización signifique un cambio real y el foco esté puesto en las reales necesidades de las personas y no en disputas políticas estériles, eso es lo que la gente quiere de sus autoridades”.
Eduardo Muñoz (DC) fue el primer presidente del cuerpo político, tras la primera elección universal de los cores. Consultado al respecto, dijo que “con la sapiencia que ha obtenido todo este tiempo” Díaz tendrá la misión de lograr entenderse con cada una de las sensibilidades que operan en el Core. Recordó, que al igual que él, los actuales 22 integrantes de la instancia, también están validados por el apoyo ciudadano. “Ya que está tan popular ese concepto, tendrá que llegar a mínimos comunes, para construir entre todos y apuntar a un propósito común para la Región”, manifestó.
Agregó que el doble rango que implica ser gobernador y presidente del Core le da un plus importante para poder pelear por más atribuciones y recursos. “Y tercera, en vista de la mirada evolutiva que ha tenido la ciudadanía respecto de los cargos políticos, deberá crear las condiciones para generar participación ciudadana efectiva. Ya no basta solo el voto cada cuatro años por las autoridades”, sostuvo.
Hugo Cautivo (PS), quien presidió el cuerpo político durante dos años, hasta marzo de 2018, coincidió con Muñoz. “Tendrá el gran desafío de sumar democráticamente, todas las voces existentes en el seno del Core, las que representan la diversidad territorial y política de la región. En su rol de Presidente de este cuerpo colegiado, se encuentra la tarea de convocar y transformar la multiplicidad de legítimos intereses territoriales, económicos y sociales de la región, en una sola voz, que se escuche con fuerza y unidad de propósito en Santiago”, comentó el socialista.
Cautivo comentó que “todos en el Biobío debemos desearle éxito en su labor al primer gobernador, movilizarnos unidos por su desarrollo equitativo y sostenible, debe ser una misión compartida por todos los habitantes de la región”.
El actual presidente de la instancia, Patricio Lara (RN), opinó que el este rol el gobernador podría generar la invisibilización del trabajo del consejo, considerando que ya no será un representante del cuerpo político quien presida.
En ese sentido, dijo que el Core debe seguir “teniendo el estatus y los espacios que se ha ganado. Ahora, la relación debería ser relativamente buena, porque Rodrigo fue intendente y como Consejo nos tocó trabajar con él. Además, conoce y tiene mucho respeto por el trabajo que realizamos”.
El gobernador electo Rodrigo Díaz junto con reconocer lo expuesto por quienes presidieron el Consejo, dijo que estamos viviendo un proceso de cambios en materia de fortalecimiento de las regiones y, en ese sentido, manifestó su voluntad para que la Región sea protagonista de esos cambios.
“Pretendo jugar un rol en ese proceso. Como nunca antes tenemos la oportunidad de aumentar los grados de descentralización del país y el Biobío tiene que jugar un rol protagónico en esta materia y ya lo hemos estado haciendo. Hemos constituido una Asociación de Gobernadores Regionales, obviamente no lo hemos formalizado porque no hemos asumido en nuestras funciones, pero estamos muy coordinados con el objeto de participar de las discusiones que se están dando en el Parlamento”, comentó Díaz.
La futura máxima autoridad aludió a la “ley corta” y la iniciativa de descentralización financiera. Díaz, de hecho, expuso en la comisión de Gobierno Interior de la Cámara donde se discute la primera y se le otorgó la oportunidad de generar propuestas. Respecto, al segundo proyecto, que se discute en el Senado, dijo que ya se planteó al Ejecutivo, la idea de quitar urgencia para mejorar su contenido.
Pero eso no es todo. Díaz reconoció que será un gran desafío tomar la posta de la actual ejecución presupuestaria. Será uno de sus primeros desafíos, con el nuevo equipo de jefes de división con los que llegará el miércoles 14. Y aunque no quiso adelantar nombres, sostuvo que varios de ellos ya están definidos.