El texto contempla nuevos derechos para pacientes terminales, incluyendo la posibilidad de solicitar asistencia médica para morir en casos específicos.
Durante la jornada de ayer, la sala de la Cámara de Diputados aprobó y despachó al Senado el proyecto de ley sobre muerte digna y cuidados paliativos, iniciativa que, entre otros puntos, incluye la posibilidad de solicitar asistencia médica para morir, en casos específicos de salud grave, irremediable y debidamente acreditados.
La propuesta, que fue aprobada en general en diciembre del año pasado e inició sus discusión el particular el pasado miércoles 14, establece que los prestadores de salud deberán otorgar, como derecho para todo paciente que se encuentre en un estado terminal o con dolor severo de cualquier clase, incluso no oncológico, los cuidados paliativos tendientes a disminuir los dolores propios de su enfermedad, a acompañar debidamente al paciente para que pueda sobrellevar su sufrimiento con dignidad y a recibir, si lo desea, atención espiritual conforme a su religión.
Junto con lo anterior, se insta a evitar la prolongación artificial de la vida más allá de la muerte natural, en personas que padecen enfermedades irreversibles, implicando esfuerzos desproporcionados e inútiles sin esperanza alguna de curación; y se consagra el derecho de los pacientes a no padecer dolores o sufrimientos intolerables, evitar la prolongación artificial de la vida y a solicitar la asistencia médica para morir.
No obstante, la iniciativa contempla, al menos, seis requisitos para solicitar asistencia médica para morir, a saber: haber sido diagnosticado de un problema de salud grave e irremediable; tener la nacionalidad chilena o residencia legal en Chile; ser mayor de 18 años, sin admitir excepción alguna; encontrarse consciente al momento de la solicitud; contar con la certificación de un médico psiquiatra que señale que al momento de la solicitud el solicitante se encuentra en pleno uso de sus facultades mentales; y manifestar su voluntad de manera expresa, razonada, reiterada, inequívoca y libre de cualquier presión externa.