La idea del Gobierno de posponer en cinco semanas las elecciones de abril próximo traerá consigo una serie de cambios en el cronograma de los candidatos.
La postergación de las elecciones de constituyentes, gobernadores regionales, alcaldes y concejales que se realizaría el próximo 10 y 11 de abril, era una idea que venía dando vueltas en distintos sectores.
La determinación, al menos del Ejecutivo, llegó en medio de un alza sostenida de casos de Covid-19 a nivel nacional y la recomendación del Consejo Asesor. En su discurso del domingo, el Presidente Sebastián Piñera manifestó que “este rebrote ha significado mayor número de personas contagiadas y más pacientes hospitalizados, lo que ha exigido al máximo al personal médico y la capacidad de nuestro Sistema de Salud”.
El ministro de la Segpres, Juan José Ossa, fue quien explicó parte de las modificaciones del proceso eleccionario ante el Congreso. “Se suspende la campaña electoral desde aprobada la reforma hasta el 15 de abril, lo que trae consigo la suspensión de la franja electoral desde aprobada la reforma. Se retoma 6 días antes de las elecciones. Se mantiene el límite al financiamiento, pero vamos a suspender los aportes durante este periodo para que haya igualdad de trato en todas las campañas”, indicó Ossa, quien estuvo en la comisión de Gobierno de la Cámara junto a sus pares de Salud, Enrique Paris, y de Interior, Rodrigo Delgado.
Agregó que no se permitirá la inscripción de nuevas candidaturas y aquella propaganda que se encuentra instalada en recintos privados se podrá mantener.
Desde el Colegio Médico dijeron que la situación sanitaria en la actualidad es compleja y que para mayo esperan una disminución de los casos, por ejemplo, para el Biobío se estiman un promedio de 572 casos diarios.
Desde el Congreso se mostraron conformes con la propuesta del Ejecutivo, aunque con matices, ya que piden ayudas sociales y cambios en el plan Paso a Paso para aprobar la reforma.
La senadora Loreto Carvajal (PPD) sostuvo que “esto es el resultado de un manejo nefasto de la pandemia, ellos sabían desde hace tiempo esto e hicieron caso omiso sobre generar garantías para un proceso claro, acá se debe garantizar una democracia sana”.
La diputada Joanna Pérez (DC) apuntó a que “existe una improvisación del Gobierno en este proceso. Pedimos certezas y se aclare cómo se aplicarán las medidas de control de esta pandemia y otras situaciones. Hay mucha incertidumbre. Este proyecto aún no llega y hemos visto muchas consideraciones para estar pendientes en el proceso”.
Su par Félix González (PEV) dijo que “la intención del gobierno no es sanitaria, sino que electoral. Por eso abrió el comercio y es una muy mala idea postergar las elecciones y dejarlas en la mitad del invierno. Acá pierden los independientes y los partidos emergentes que no pueden hacer una campaña con pocos recursos, por lo que votaré en contra”.
Sergio Bobadilla (UDI), en tanto, opinó que “es una buena decisión, ya que debemos privilegiar la salud de la población, no es aconsejable agravar la salud de la población y mantener las elecciones podría afectar a mucha gente”.