Pese a insistencia e inversión del Mineduc, parlamentarios insisten en que no puede ser obligatorio y que, por las condiciones sanitarias, “es muy difícil que ocurra”.
Cuando restan cerca de 40 días para el eventual retorno a clases, el saber si estas serán presenciales o continuarán en modalidad online aún genera incertidumbre, sobre todo, considerando que la pandemia no ha dado tregua y los contagios siguen al alza.
Si bien, el Ministerio de Educación (Mineduc) está realizando todos los esfuerzos necesarios para acondicionar las salas de clases e invertir en insumos que permitan cumplir el objetivo, la última encuesta Cadem publicada durante el fin de semana arrojó que sólo un 9% de los encuestados cree que el retorno se debe dar el 1 de marzo de forma presencial.
Por ejemplo, ayer el Mineduc, a través del ministro Raúl Figueroa, anunció un aumento del presupuesto para la cartera, con el objetivo de llevar a cabo el retorno a clases presenciales, evidenciando que el ministerio sigue ejerciendo presión para que los alumnos retornen a las aulas.
“Debemos generar confianza en las comunidades educativas de que las escuelas son un espacio seguro. Anunciamos el plan ‘yo confío en mi escuela’ que financiará 389 proyectos de infraestructura para establecimientos públicos del país”, comentó el ministro en su cuenta de Twitter.
El secretario de Estado también afirmó que hasta el momento se han aprobado 389 proyectos en colegios de 179 comunas del país, con presupuestos que van desde los $10 millones a los $50 millones por cada iniciativa.
El diputado y miembro de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, Leonidas Romero (RN), tiene una visión similar a lo que plantea el Mineduc y dijo que la intención del ministerio es que el retorno presencial sea voluntario.
“Esta es una sugerencia y en ningún caso obligación. Tienen que ponerse de acuerdo los apoderados, profesores y sostenedores para ver si es factible ejecutar esta idea. Yo creo que no ocurrirá porque nadie quiere volver a hacerlo. Me parece que está mal porque hoy no pueden volver a clases, pero si ir al mall con sus padres. Creo que volver a las aulas de manera seria, responsable y respetando todos los protocolos es importante porque acá no se le está obligando a nadie. Se está trabajando e invirtiendo para cumplir con todas las medidas preventivas”, comentó el diputado.
El Colegio de Profesores del Biobío ha sido férreo opositor a un retorno a clases, porque consideran que no están las condiciones generadas para ninguno de los actores involucrados en el mundo de la educación.
Boris Figueroa, miembro de la directiva señaló que “es complicado porque la situación sanitaria está descontrolada. Así como estamos, no hay ninguna posibilidad de volver a clases presenciales. Creo que hoy una vuelta sólo es posible con la vacuna y es una opción difícil, considerando que hay otros segmentos prioritarios para la inoculación”, sostuvo.
Agregó que es un tema que debe ser evaluado entre las autoridades de educación, salud, el mundo científico y el Colegio Médico. “Además, deben incluir a los estudiantes y a los profesores porque es una decisión difícil y que involucrará a muchas personas”.
El diputado Sergio Bobadilla (UDI) manifestó que “nuestra preocupación debe ser la salud de los niños y los profesores. El retorno a clases tiene que estar condicionado a lo que ocurra en marzo con la pandemia”.
Por su parte, el diputado Félix González (PEV) indicó que “no habrá garantías para un retorno seguro hasta que no se dé una vacunación masiva. Están apareciendo nuevas cepas y estamos enfrentando una ola de contagios muy alta. Es irresponsable llamar a la gente para que mande a sus niños a clases. Eso, al menos hasta que estén todas las condiciones necesarias. Se puede hacer una gran inversión, pero el virus seguirá activo por un tiempo más. Hay que cuidar a todos los actores del mundo de la educación”, dijo.