En la Región existen dos listas, aunque no se descarta un eventual acuerdo. Los nombres se dividen en torno a la actual administración nacional.
La situación al interior de la UDI ha estado bastante movida en las últimas semanas y es probable que lo esté aún más considerando la proximidad de las elecciones que definirán a los dirigentes que conducirán los destinos del partido durante los próximos dos años.
Los comicios se realizarán el sábado 12 de diciembre (entre las 9 y las 18 horas) y a la fecha asoman dos nombres para tomar la posta de la senadora del Biobío, Jacqueline van Rysselberghe: el actual diputado Javier Macaya (de la disidencia) y quien fuera senador de Ñuble, Víctor Pérez (de la continuidad).
El último asumió hace muy poco el desafío, luego que Pablo Longueira diera un paso al costado por la eventualidad de no poder participar, debido a temas pendientes en el caso SQM. Y el caso de Macaya no fue muy diferente, pues recién el pasado viernes confirmó que iría por la presidencia, en lugar de su correligionaria María José Hoffman.
Y en la Región del Biobío también hay dos listas, aunque no se descarta un acuerdo, al igual que en el último proceso (con todos los problemas que se originaron después).
Como sea, la lista opositora a la gestión Van Rysselberghe, la encabeza el periodista Félix Vera como presidente. También la integran el consejero regional, Eduardo Borgoño, y María Francisca Fernández, como vicepresidentes; Carolina Arias, como secretaria; y Silvia Wolf, como tesorera.
En la lista de la continuidad están el concejal de Florida, Claudio Parra, como presidente; María Carolina Ríos y Marta Pérez, como vicepresidentas; Lucía Fernández, como secretaria; y Fernando González, como tesorero.
Pero, ¿qué se juega el partido en esta interna, considerando todos los procesos eleccionarios que se avecinan?
“Todas las elecciones son relevantes; ahora bien, sin duda ésta tiene características especiales, por la cantidad de desafíos electorales que se vienen durante el próximo año, de los cuales el más relevante es la elección de los constituyentes. Ésa, en mi concepto, es la madre de todas las batallas, ya que si nos va bien ahí tenderemos los votos necesarios para llegar a un consenso para nueva Constitución prudente que busque el bien común con el equilibrio necesario, y la izquierda no pase la aplanadora con sus ideas más cercanas al ‘Kirchnerismo’ y al ‘Chavismo’ que a nuestra realidad”, comentó el diputado Enrique van Rysselberghe, quien, además, postula a la presidencia del comunal Concepción.
El diputado Iván Norambuena dijo que quienes asuman el destino del partido tendrán muchas tareas, pero los proceso electorales serán importantes “dado los resultados de los últimos años, que tienen a un partido fraccionado, sin relato, sin liderazgo, sin influir en los temas que tienen que ver con la agenda social que nos debe identificar”.
Agregó que el gremialismo ha tenido una actitud reaccionaria, dando titulares, sin marcar tendencias. Por eso dijo estar “por la renovación de estilo, de cambio de rostros para darle frescura y nuevo aire a la conducción, con una nueva generación que tiene una infinita proyección. Por eso estoy con la lista que preside Javier Macaya y María José Hoffmann”.
Agregó que “debemos lograr la unidad, cediendo en aspiraciones que pueden ser legítimas, pero que no nos veamos como enemigos, situación que se da (en algunos casos) desde la última elección interna”.
La disputa interna por la elección de gobernadores regionales; la renuncia del consejero regional, Luis Santibáñez (la dimisión muy sentida en un sector importante del gremialismo regional); y los cambios en el Gobierno Regional, con la salida de Sergio Giacaman y el ingreso de Patricio Kuhn, han sido parte de la convulsionada interna de la UDI de las últimas semanas.
La renuncia de Flor Weisse al Core, por ejemplo, igual fue una forma de ponerse “el parche antes de la herida”, si queda fuera de carrera a la gobernación regional (ya sea por votación o por secretaría), pues tendrá la chance de competir en la parlamentaria de 2021.
La llegada de Patricio Kuhn a la Intendencia, además, puede ser una señal de cara a las elecciones y, de alguna forma, facilitar la visibilidad de cartas de un sector del gremialismo.