En escenarios de crisis, siempre es necesario tomar medidas que contemplen ajustes, pero muchas veces se tocan presupuestos que derivan en críticas para el gobierno.
Los recortes de presupuestos son medidas lamentables, pero necesarias en situaciones de crisis. La contingencia muchas veces hace redestinar recursos públicos como ha sido con la pandemia por Covid-19.
Sin embargo, pese a que se trata de acciones justificadas, generalmente los perjudicados suelen repetirse, las reducciones de presupuesto terminan en polémicas, con el gobierno saliendo al paso de críticas, y en ocasiones, retractándose.
Lo ocurrido con Bomberos ejemplifica la mala elección del gobierno para reajustar fondos. Los recursos, para un presupuesto fiscal, parecen ser mínimos e intrascendentes, pero como consecuencia de este acto, hubo manifestaciones en distintas compañías a nivel nacional, rechazo político transversal a la medida, y un repudio en la opinión pública, malas señales para un gobierno que volvía a repuntar tras sufrir mínimos históricos de aprobación en las encuestas.
Así como Bomberos, nuevamente la “política” del reajuste toca a las regiones, quienes han tenido que devolver recursos al nivel central para enfrentar la pandemia, en un caso que se repite. Independiente del motivo de las crisis, no es primera vez que las regiones terminan ajustando presupuesto para problemas de nivel país.
“Hay que tener cuidado con los recortes que se hacen en el presupuesto en momentos de emergencia. Lo que pasó con Bomberos debe servir de aprendizaje porque no podemos sacar recursos de áreas que son tan sensibles para la ciudadanía”, señaló la diputada Francesca Muñoz (RN).
Siguiendo la misma línea, el diputado Félix González (PEV), comentó que “siempre cuando hay recortes presupuestarios se les pide a las regiones devolver plata a Santiago, y eso es un error. Hago un llamado al Gobierno Regional del Bío Bío a destinar estos fondos que pueden ser recortados a ayudas sociales. En emergencia no se deben tocar presupuesto para emergencia, y en eso está Bomberos”.
El diputado Manuel Monsalve (PS) fue categórico: “los recortes presupuestarios producto de la pandemia, se le deben hacer a las remuneraciones de las altas autoridades del Estado o en aquellas instituciones públicas que se les puede reasignar recursos”.
La diputada Joanna Pérez (DC) dijo que “hay que revisar estas propuestas que se están implementando porque quedan temas invisibilizados como Bomberos, y revisar en regiones la disminución que afecta a los compromisos de los gobiernos regionales. Hay que hacer una revisión mayor, considerar a la oposición y ampliar a la oposición. Si bien es necesario un ajuste fiscal, tenemos que considerar todo lo que sucede con motivo de la pandemia en los territorios. No podemos dejar a nadie sin funcionar de la manera correcta”.
La crítica social apunta a la discreción para recortar presupuestos, mientras que por otro lado, la reducción voluntaria de sueldos a ministros solicitada por Ignacio Briones no se concretó, y el proyecto de reducir la dieta parlamentaria sigue, a pesar de que todos han mostrado sus ganas de llevarlo a cabo.
Disminuyen recorte en 2.300 millones de pesos
Las fuertes críticas recibidas, de todos los sectores políticos y sociales del país, por el reajuste presupuestario que sufrió Bomberos trajeron consecuencias inmediatas dentro del Ejecutivo.
El recorte original en el presupuesto contemplaba un total de $3 mil 700 millones, pero tras una reunión de emergencia entre el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, y la Junta Nacional de Bomberos, se acordó bajar el recorte a $1.400 millones, disminuyendo el reajuste en $2 mil 300 millones.
Pese a las palabras de satisfacción por el acuerdo conseguido, la decisión aún no es confirmada, ya que el nuevo recorte debe ser aprobado por el directorio de la Junta Nacional de Bomberos.