La abogada integrante del Grupo de Puebla estuvo en Chile y analizó la polarización política que existe en su país y cómo se vivió el trabajo legislativo durante el proceso de impeachment en contra de la ex presidenta Dilma Rousseff.
Luiz Inácio Lula da Silva es el dirigente político más importante en este momento del Partido de los Trabajadores en Brasil (PT). Fue presidente de esa nación por dos periodos y estuvo a punto de serlo por un tercero, no obstante, fue detenido en medio de la investigación del caso Lavajato.
Dicha investigación se encuentra ahora en medio del ojo del huracán, luego que el actual jefe de Estado, Jair Bolsonaro, nombrara como ministro de Justicia de esa nación al juez Sergio Moro, lo que ha levantado una serie de especulaciones sobre la posible persecución política en contra de Lula.
Caroline Proner es abogada y parte del equipo jurídico que defiende al ex mandatario. Recientemente estuvo de visita en Chile y analizó con Diario Concepción lo ocurrido durante el juicio político a la ex presidenta Dilma Rousseff y el futuro de Lula. También se refirió a la actualidad nacional.
– ¿Cómo ve usted lo que ocurre en Chile en materia de Derechos Humanos y si esto se puede comparar con lo ocurrido en Brasil durante el juicio político a la presidenta Rousseff ?
– Estamos mirando con mucha atención lo que sucede en Chile. Son procesos muy distintos y creo que Chile está dando una respuesta popular muy fuerte, que nosotros en Brasil no supimos dar. Nosotros tenemos una situación de retroceso brutal institucionalmente en los últimos tres años, tanto en derechos como en garantías que estaban hasta cierto punto consolidadas y la respuesta popular no está en las calles. Sigue gobernando un proyecto de gobierno que nace con el impeachment en contra la presidenta Rousseff y que siguió con una farsa jurídica contra el ex presidente Lula, lo que impide al Partido de los Trabajadores (PT) participar de un proceso eleccionario, lo que da paso a un proyecto autoritario y preocupa demasiado.
– ¿Pero sí estuvo en las calles durante el juicio político a la ex presidenta Rousseff ?
– No lo estuvo. Ese proceso se hizo con un nivel de apropiación de los medios de comunicación y de procedimientos judiciales y legislativos que el pueblo quedó fuera de toda participación y acción en el caso de Dilma. Mientras que con Lula, una posibilidad efectiva de que él pudiera cometer el delito de corrupción. Por lo tanto, el pueblo tiende a creer que un político pueda cometer un crimen, pero con el tiempo ha quedado claro que ambos procesos han sido una mentira, la propia derecha lo ha admitido. Y Lula se ha transformado en un preso político que combate a la pobreza. Aún, eso sí, no ocurre una reacción popular como en Colombia, Ecuador o Chile.
– Usted señaló que durante el proceso de impeachment que el Parlamento brasileño no legisló. ¿Cuánto afectó eso al país y a la democracia brasileña?
– Hay que entender que el “golpe blando” que vivió Brasil no partió en 2016, cuando se hace el juicio político a Dilma, sino que parte antes, en 2013, con manifestaciones no legítimas provocadas por actores extranjeros y una derecha extrema. Después vino el Parlamento que decidió no legislar durante el periodo de Dilma, lo que no la dejó gobernar.
– ¿Cuánto ayuda la investigación en contra de Lula a la designación del juez Sergio Moro como ministro del gobierno de Jair Bolsonaro?
– Cuando viajamos por el mundo y decíamos que esto era una farsa, nadie nos creía, pero ahora, cuando nombran ministro de Justicia a Sergio Moro se revela esta mentira jurídica que es indisfrazable y también hay un acuerdo de las elites que no permite que no se derrote el proyecto Bolsonaro y así Brasil se ayuda a la debacle del país.
– ¿Qué viene ahora para Brasil, con Lula en libertad y “penándole” a Jair Bolsonaro?
– Lula quedó en libertad en base al principio de inocencia, y eso no existe en Brasil ahora. No hay anulación de su juzgamiento y nosotros, que estamos analizando sus procesos, creemos que deben ser nulos. Él ahora puede combatir todo lo que hace Bolsonaro y se ha dado cuenta de la discriminación racial. Así que vamos a tener un líder para que vuelva la democracia a Brasil.
– ¿Lula puede volver a ser presidente?
– Si se le anulan los juicios fraudulentos y se le restituyen sus derechos políticos, sí podría. Pero ahora mismo, no puede ser candidato, ya que están limitados.