El actual militante del PS es parte del cuerpo docente de la Escuela de Verano del Magíster de Política y Gobierno que imparte actualmente la Universidad de Concepción.
Durante tres años, Egon Montecinos se desempeñó como intendente de la Región de Los Ríos, bajo el segundo gobierno de Michelle Bachelet, entre marzo del 2014 a marzo del 2017.
Actualmente, el militante PS es parte de la Escuela de Verano del Magíster de Política y Gobierno de la Universidad de Concepción (UdeC), donde aborda una mirada a la descentralización, con énfasis en la nueva figura del gobernador regional. El ex mandamás político de Los Ríos dialogó con Diario Concepción sobre las expectativas que originará el nuevo cargo.
– ¿Cuáles son los enfoques de este curso?
– Surge desde cuando presentamos los resultados del Barómetro. De ahí nace la posibilidad de abordar un tema contingente, producto de que la reforma política de la elección de gobernadores se va a concretar este año. A partir del 6 de enero (de 2021) vamos a tener a dos autoridades: delegado presidencial regional, y gobernador regional. Eso va a modificar las relaciones entre los niveles de gobierno, teniendo como consecuencia una modificación en las políticas públicas a escala regional.
– ¿Cómo influye el estallido social en la difusión del gobernador regional?
– Hay una gran necesidad de un proceso de educación cívica previo a la elección, lo que se ha visto afectado por la actual contingencia. La gran fortaleza de esto es que hoy en día hay un rechazo a lo político, pero a la vez una preocupación de los ciudadanos por la política. Son autoridades que nunca han estado, los ciudadanos no saben las funciones, y requieren procesos de formación ciudadana.
– ¿Por qué hay tanto desconocimiento de este nuevo cargo?
– Se crea una autoridad que no existía. Es natural que un 80% desconozca esta nueva autoridad. Para mí el problema está en cómo reducir esa brecha de aquí a octubre. Es necesario generar espacios de diálogo para explicar las funciones del gobernador, el delegado presidencial, en relación a lo que hoy hacen los intendentes.
– ¿Cómo proyecta la instalación de estas dos nuevas figuras?
– El gobernador electo será una figura con una luna de miel muy intensa con la ciudadanía. Va a ser una figura muy conocida por el voto, más no el rol. El delegado presidencial tendrá menos problemas de instalación. No tendrá relación con el Core y el Fndr, que para muchos es un problema. El desarrollo territorial está a cargo del gobernador, pero el delegado presidencial tiene a cargo la coordinación de las seremías.
– ¿Cuál es la bajada de la figura del gobernador en Bío Bío?
– Bío Bío es una región presidencial a partir del 2021. El gobernador de Bío Bío va a ser un potencial candidato presidencial. El gobernador tendrá a lo menos 200 mil votos, un poco menos de lo que sacó Kast en el país.
– ¿Cuáles serán las ventajas con estas nuevas figuras políticas?
– Habrá un dinamismo político, control político sobre los consejeros regionales, crecimiento en la inversión pública. El escenario será más favorable de lo que teníamos. La relación entre los gobernadores regionales será la mayor fuerza política que va a provocar más reformas en lo fiscal y lo administrativo.
– ¿Influirán en el actual sistema político del país?
– Absolutamente. Los gobernadores regionales serán una nueva élite política, a un mismo nivel de los parlamentarios. La asociación entre ellos será clave.