El abogado de la UdeC realizó un balance sobre la vulneración de los derechos fundamentales en Chile, previo al 18 de octubre y lo que vino después de esa fecha. Criticó, además, la falta de control al actuar de Carabineros, por parte de La Moneda, y calificó como “poco felices” algunos dichos de la autoridad.
“Señor Micco, ustedes están destruyendo el país, no defienden los derechos de la gente decente como nosotros, quienes vivimos en el centro, yo tengo tu dirección y les vamos a ir a tirar piedras. Es una desilusión tan grande lo que le has hecho a tu país y vamos a terminar peor que Venezuela y lo que tú defiendes es falso”.
Así fue “recibido” el director del Instituto Nacional de Derechos Humanos (Indh), Sergio Micco, en un céntrico café penquista por un ciudadano. Micco estuvo calmo, lo invitó a conversar y realizaron comparaciones entre lo que ocurre en el país caribeño y Chile.
Ya más tranquilo, Micco, en conversación con Diario Concepción, comentó que “esto pasa siempre” y muchas veces se debe a desconocimiento. Clarificó que el Indh es un órgano autónomo del Estado, cuyos consejeros son elegidos por los decanos de la facultades de derecho, la sociedad civil, el Ejecutivo y el Congreso. También se refirió a la contingencia y a las comparaciones con los movimientos estudiantiles de la dictadura.
– ¿Fue la falta de memoria lo que estalló en la cara el 18/O?
– Es evidente toda la justicia que hemos hecho en memoria, los esfuerzos en materia de memoria sobre ese horror. Las condenas a los militares involucrados, Manuel Contreras, por ejemplo. Las políticas de reparación como el Prais, de salud, pensiones, garantías de no repetición, leyes, tratados internacionales, etc. Pero, de repente, nos encontramos con que hasta antes de octubre, los derechos humanos nos estaban garantizados y eso significa que no lo hicimos bien desde el punto de vista de la promoción y la educación.
– ¿Cuánto ha penado eso?
– Enormemente, porque no fuimos rápidos en garantizar el acceso igualitario a derechos básicos como económicos, culturales y sociales, por lo que mucha gente pensó que nuestra democracia no sería capaz de procesar eso. Dimos por hecho que nuestros derechos políticos no eran necesarios y hubo un momento en que no lo valoramos, por lo que nos metimos en una sociedad bastante salvaje y reventó en violencia.
– ¿Tenía que reventar en violencia necesariamente?
– No, porque cuando hay instituciones políticas confiables, legítimas y cuando las demandas sociales se transforman en políticas y las instituciones canalizan estas demandas de forma correcta, no ocurre esto. Chile avanzó mucho en la disminución de la pobreza, en educación, pero no hicimos mucho en promoción de los derechos humanos.
– Usted fue dirigente estudiantil en la Universidad de Concepción durante la dictadura. ¿Ve semejanza entre los movimientos de esa época y lo ocurrido tras el estallido social?
– Yo te diría que la generación de los 80 y la del Bicentenario estamos hermanados por la lucha en contra de la violación de los derechos humanos. También hay diferencias grandes, la generación de los 80 era muy ideologizada políticamente, ahora son más expresivos. Nosotros peleamos en contra de una dictadura, aquí hay instituciones libres como Fiscalía, un Poder Judicial independiente, medios de comunicación libres. Ahora se está dando una lucha dentro de una democracia que vive una crisis espantosa.
– ¿Cuánto ayudó en el tema de la violencia las declaraciones del presidente Piñera al decir que “estamos en guerra”?
– Cuáles son las causas de la violencia, los historiadores van a estar 100 años definiéndola, pero declaraciones como “estamos en guerra contra un enemigo poderoso” fueron extraordinariamente poco felices, esto llevó a que se produjera más rabia y más dolor. Expresiones como esta te llevan a preguntarte dónde está el ejército contrario. Son expresiones que no llevan a nada. Al igual que los discursos de odio “estos no son chilenos” o las descalificaciones a estamentos completos producen daños a la sociedad.
– ¿Se pudo prever el estallido social?
– Por supuesto, desde el 2006 a la fecha, hemos tenido una serie de movimientos sociales a la calle, los pingüinos, el 2011 fueron los universitarios, 2017 no más AFP, 2018 las mujeres, estuvo todo ahí. Entonces, algo pasó con nuestras instituciones democráticas.
– ¿Cómo ha sido el actuar del Gobierno en materias de DD.HH.?
– Nuestra visión es que desde primer momento le dijimos que tenían que ejercer un mayor control sobre Carabineros de Chile y ahí existe una deuda muy grande. Si bien se fueron tomando medidas. En materia de orden público hay una enorme deuda por parte del gobierno y no hay que ser brujo para saber que en marzo pueden volver a ocurrir nuevas manifestaciones.
– Amnistía Internacional, HRW y Naciones Unidas dicen que en Chile se han violado los derechos humanos, pero el gobierno dice que no. ¿Cómo ven esa postura?
– El gobierno ha sido extraordinariamente errático en materia de derechos humanos. Han habido ministros que han condenado violaciones a los derechos humanos, el Presidente de la República habla de que no habrá impunidad y eso nos demuestra que hay contradicciones al interior del Ejecutivo. ¿Dónde ponemos la prioridad? ¿En el orden público o en los DD.HH.?