Invitado por Irade, al analista habló de las posibles salidas de la actual crisis, pero también de los errores que ha cometido la clase política, tanto el gobierno como los partidos de oposición.
“Creo que casi todos estamos de acuerdo que la política ha fracasado”, dijo Cristóbal Bellolio, al inicio de su diálogo con Diario Concepción. Por cierto, no apuntó a ningún partido o conglomerado, sino al oficialismo y a la totalidad de la oposición, desde las tiendas de la ex Nueva Mayoría a los “frenteamplistas”.
Sobre el gobierno dijo que desde el comienzo se ha preocupado de “la mecha mientras se le estaba quemando el bosque” y que ha afrontado el tema como un problema de orden público sin entender su profundidad.
En la vereda del frente, aseguró, ha habido aprovechamiento y algunas convicciones democráticas un “poco débiles. Se esforzaron en contextualizar la violencia como acción política y creo que se le fue un poco de las manos”.
Pero Bellolio, invitado por Irade al Seminario Círculo de Comunicaciones “La comunidad ya habló… ¿Y nosotros?”, ahondó en posibles soluciones al estallido social y abrirse a la nueva Constitución es una de las mejores opciones, dijo.
“Hay tres caminos hipótesis de salida. La primera, la que le gustaría al gobierno, es que el movimiento se fuera desinflando, perdiendo apoyo de la opinión pública, a partir de los hechos de violencia (…). El otro extremo es que renuncie Piñera o prospere la acusación constitucional… Y creo que nada de eso va a ocurrir”, comentó.
– A propósito del primer punto, ¿Cree que de una u otra forma, el Gobierno está dejando hacer a quienes son más violentos, para generar esa sensación?
– No sé si dejar hacer, pero el Gobierno está jugando a entregar lo menos posible para poder desactivar el conflicto. Tocar las teclas justas y no más de las que necesita, porque no quiere renunciar al mandato que obtuvo el 2017. Sebastián Piñera cree que, de alguna manera, ese programa es válido y, por tanto, se siente saboteado. Creo que el gobierno entiende cual es la lógica del grupo más radical del movimiento social, que es ‘como todavía no hemos ganado nada, a todos les vamos a pedir que asuman un costo, hasta que el gobierno entienda’. Y, al subir un poco la apuesta, se va a generar más violencia y la gente se cansa. Vivir en revolución permanente no es tan romántico para todos.
El doctor en Filosofía Política comentó que “entre medio” de las soluciones más extremas hay un serie de posibilidades y, en ese sentido, “la salida constituyente es una salida digna para el Presidente”.
“Él en su fuero interno, no sólo debe pensar que es una pésima idea que nos convertiría en Venezuela, sino también que es una claudicación humillante, por decirlo de alguna forma. Entiendo que es difícil hacerle entender que conduzca el proceso, pero distinto es que abra la compuerta para que esto se produzca en el período presidencial siguiente. De hecho, creo que nadie quiere que Piñera sea quien conduzca una asamblea constituyente”, manifestó Bellolio.
Agregó que si bien Piñera ha hablado de reformas, el Jefe de Estado no entiende que no se trata sólo del contenido, como ha deslizado.
“Está en un error, porque para legitimar un nuevo pacto político y social, el método es esencial, porque es el que le garantiza a todos los actores políticos actuar en igualdad de condiciones en el diálogo. Ahí existe un valor que, yo creo, el Presidente subestima. Ese ha sido el error de la izquierda, durante el Gobierno de Bachelet, donde se invitaba, entre comillas, a una conversación con los contenidos predeterminados. El gran problema de nuestra Constitución es que siempre se entendió como un escudo político de un sector para evitar el avance del otro. Cometeríamos un error si hiciéramos lo mismo, pero en un sentido opuesto”, sostuvo.