Política

Carlos Peña advierte vacío legal en alumnos que tienen gratuidad por glosa

Rector de la UDP acusa que los estudiantes que ingresaron al sistema en los años 2016 y 2017 podrían quedarse sin financiamiento si se atrasan en la duración formal de sus carreras.

Por: Marcelo Castro 02 de Junio 2019
Fotografía: Raphael Sierra P.

Carlos Peña es reconocido por sus tradicionales columnas de opinión en diferentes medios de comunicación nacional. Opinión punzante que ha servido para marcar tendencia en temas de la contingencia.

Esa opinión comenzó a escucharse desde marzo de este año en el Consejo de Rectores, luego de que la Universidad Diego Portales (UDP) ingresara a la agrupación.

Y lo hace justo cuando la gratuidad, a la cual la casa de estudios se encuentra adscrita, está siendo criticada a raíz de las falencias que tiene la normativa y son estas las que el rector saca a relucir en esta entrevista con Diario Concepción.

– ¿Cómo ha visto el debate por la gratuidad, teniendo en consideración que el Gobierno no ha querido ceder en su postura?

-Primero hay que decir que la Universidad Diego Portales no ha visto conflictuada ni aquejada por temas financieros provenientes de la gratuidad.  A mí me parece que el diseño del anterior gobierno y del parlamento en materia de gratuidad dejo cuestiones pendientes, por lo que la aplicación inicial de la ley ha revelado problemas que es deber del gobierno actual corregir.

-¿Y ese deber del gobierno actual hacia dónde debería ir?

-Hay varios problemas pendientes, desde luego hay una gran duda jurídica respecto a la ley, que consiste en dilucidar si la ley que se ha puesto en vigencia se aplica a los estudiantes incorporados antes de 2019 o a quienes ingresaron a contar de este año. Esto quiere decir que quienes tienen gratuidad de los años 2015, 2016 y 2017 que dispusieron de gratuidad, me parece a mí que esos estudiantes y a la luz de un examen legal, deben regirse por la ley vigente en la época que ingresaron y no por la nueva ley. En consecuencia, esto plantea un problema muy severo, ya que la nueva ley plantea que, si un estudiante se atrasa en la duración formal de la carrera, la universidad sólo puede cobrar el 50% del arancel. Cuando uno examina la ley advierte que esa regla se aplica sólo a los estudiantes que ingresaron a contar de 2019, por lo que aquellos que ingresaron antes, no tienen financiamiento para el sexto año y eso es lo más grave. Este es el gran problema que tiene la ley y que se ha destacado poco.

-¿Y cuál debería ser la solución?

-Hay varias opciones.

-¿Hacía donde debería apuntar entonces, una modificación completa de la normativa?

-No, pero hay que resolver qué hacer con los alumnos que ingresaron a la universidad con gratuidad los años 2016 y 2017 y que, sin embargo, se atrasaron en la duración formal de la carrera y tenemos que decidir si acaso el estudiante va a tener que financiar ese sexto año con crédito o de alguna otra forma porque la ley no resuelve el punto.

-¿Cuál es su opinión ante el cambio curricular en la enseñanza media?

-Sobre este cambio hay que decir que se trata de una modificación que fue altamente deliberada en donde participaron no solo los actores del sistema escolar, sino que expertos y las propias universidades, por lo que a la solución que se llegó tiende a equiparar de forma muy relevante al sector técnico profesional con el humanista, cosa que no había ocurrido en general, se incorpora la filosofía en tercero y cuarto medio en el sector técnico profesional, que siempre carecieron de esa asignatura. Pero el debate se ha centrado en si es o no correcto que se elimine la obligatoriedad del ramo de historia que se ha planteado. A mí me parece que si esa es la decisión curricular hay que cuidar que eso no devalúe la presencia de las humanidades en la enseñanza de nuestros estudiantes, porque pensar que nuestros estudiantes al cumplir los 15 años están en condiciones de comprender todos los conocimientos de Historia me parece excesivo.

-¿Se está devaluando a las humanidades con esta decisión?

-Se arriesga el peligro que eso ocurra.

-Y con eso ¿a qué arriesgamos?, ¿estudiantes molestos con la sociedad?

-Lo que ocurre es que la cultura pública de las sociedades no se hace sólo con conocimiento técnicos, la cultura pública que todos respiramos cotidianamente se hace de reflexión de valores, de planteamientos éticos, con reflexiones del pasado y todo eso los estudiantes y las nuevas generaciones lo aprenden en cursos de humanidades y no se aprende atmosféricamente o viendo televisión.

-¿Es una decisión arriesgada del Consejo?

-No, esta es una decisión de dos gobiernos consecutivos tras una larga deliberación, por lo que sería injusto echarle la culpa al Gobierno o pretender que esto es una decisión inconsulta de una persona, eso no es así.

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