El sociólogo estuvo en la Universidad de Concepción para exponer los resultados del informe sobre “Desigualdad Regional en Chile”. También, habló de los desafíos de los futuros gobernadores regionales.
El sociólogo e investigador del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud), Matías Cociña, estuvo ayer en Concepción para presentar los resultados del informe “Desigualdad Regional en Chile” elaborado por la citada entidad.
Tanto en la entrevista concedida a Diario Concepción como en la actividad organizada por el departamento de Administración Pública y Ciencia Política de la Universidad de Concepción (UdeC), el investigador habló “de los desafíos de los gobernadores regionales”.
Ad portas de la primera elección directa de las futuras máximas autoridades en los territorios, el estudio arrojó conclusiones importantes para poder desarrollar un trabajo en pos de mejorar las cifras de desigualdad, pero también comprobó la falta de información en comunas alejadas de los grandes poblados urbanos.
“En aquellas dimensiones donde el estado tiene una presencia fuerte como ente que garantiza el acceso a servicios, la desigualdad es menor, como el acceso a la educación básica y media (…). Pero, por otra parte, es importante generar políticas que se hagan cargo de las dificultades de regiones o grupos de regiones. La zona centro sur, por ejemplo, tiene características de niveles de pobreza mayores y niveles de ingreso más bajos. Entonces, una pregunta es cómo con la estructura productiva que tienen las regiones, nos hacemos cargo de temas de salarios bajos”, comentó.
– Los gobernadores regionales van a tener algunas atribuciones y sabemos que les podrá traspasar, desde el gobierno central, algunas competencias. ¿Con qué herramientas debería contar la autoridad?
– No sé si hay una sola respuesta para todas las regiones. Yo diría que la primera gran herramienta es la legitimidad democrática que tendrá para tomar decisiones para las regiones y desde las regiones. En ese sentido, la elección es un avance. Lo segundo, y los datos lo muestran, la inversión pública es importante para el desarrollo de las regiones, es de perogrullo, pero hay regiones en las cuales el porcentaje de la inversión que viene desde el sector privado es tremendamente grande y otras donde la inversión pública es central (las regiones extremas). Y, después, presenta una oportunidad para potenciar el rol que tienen la elites políticas locales para tomar en sus manos las agendas de desarrollo, las alianzas con los privados, los alcaldes o el rol de la academia.
– ¿Qué pasa con las zonas rezagadas o de oportunidades, como las han llamado las autoridades?
– El estudio apunta a la necesidad de combinar políticas universales, con algunas más específicas o focalizadas. La pregunta es quien define. Esa será un linda discusión en los próximos años, cuando los gobernadores regionales tomen sus cargos.
Desde el punto de vista general, el investigador comentó que en todos los indicadores que fueron trabajados en el estudio (salud, educación e ingreso) mejoran en el período 2006-2017, por tanto, “el desarrollo está llegando a los habitantes de todas las regiones del país”.
Comentó, además, que dichas mejoras fueron particulares en aquellos territorios que al inicio de la medición (2006), se encontraban en una situación menos aventajada y, junto con ello, se concluyó que las desigualdades siguen siendo grandes al interior de cada región.
Sobre la situación particular del Bío Bío, Cociña comentó: “la Región está en la parte media alta de los rankings, en general. Hay un tema bien particular, eso sí, que quizás la comparte con La Araucanía. Es una región donde la tasas de pobreza a nivel comunal son muy diferentes. En Concepción o Chillán Viejo la pobreza está en el orden del 10% y en Alto Bío Bío las tasas llegaron al 50%, en 2015. Es decir, es un región que tiene polos de desarrollo importante y zonas que se han quedado atrás y que requieren más atención”.
Violeta Montero, profesora del departamento de Administración Pública y Ciencia Política de la UdeC, quien fue parte del equipo de académicos que comentó el estudio, dijo que “la Región del Bío Bío tiene avances importantes, por ejemplo, dentro del campo de la educación superior, donde se nos sitúa dentro de las tres principales regiones a nivel nacional, también con gran cantidad de oferta”.
Dijo que lo anterior es un avance, pero también un desafío a “escala subregional”, y agregó que “una de los principales conclusiones que el informe propone es el asumir el liderazgo territorial. En la lógica de la descentralización, tenemos que pensar el territorio, pensar la Región. La elección de gobernadores, es una oportunidad, pero también contar profesionales interesados en construir políticas territoriales”.