Política

2018: el año en que la Región del Bío Bío se dividió

El 5 de septiembre, el Presidente Sebastián Piñera, dio el vamos a la nueva administración territorial. Las diferencias con Bío Bío no tardaron en aflorar.

Por: Ángel Rogel 30 de Diciembre 2018
Fotografía: Caro Echagüe M.

Aunque hubo sectores empresariales, regionalistas e, incluso parlamentarios (entre ellos el actual intendente del Bío Bío, Jorge Ulloa) que manifestaron sus diferencias con la creación de una nueva administración territorial, durante el presente año la nueva Región de Ñuble se transformó en una realidad, tras una intensa campaña que partió en mayo de 1997.

De nada sirvieron las alertas y las opiniones, como las del ex diputado, Marcelo Chávez (DC), que manifestaban que la creación de nuevas regiones no contribuían a solucionar problemas de fondo de los territorios, y el “vamos” oficial se produjo el pasado 5 de septiembre.

“Tenemos un Plan de Desarrollo para la Región de Ñuble, que lo vamos a presentar para enriquecerlo, para compartirlo con todos los habitantes de la región, que se basa en tres grandes motores (…). Esta región, como lo podemos apreciar, se va a transformar en una potencia agroalimentaria, porque lo tenemos todo, los Tratados de Libre Comercio, el patrimonio sanitario, el clima mediterráneo, el sol, el agua”, comentó el Presidente Sebastián Piñera.

Tras el nombramiento de las autoridades, encabezadas por el intendente, Martín Arrau, la primera polémica entre Bío Bío y Ñuble no tardó en instalarse: el presupuesto regional del próximo año.

La más pobre 

En la edición del 02 de septiembre, el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, reconocía en una entrevista con Diario Concepción que “una nueva región hace más patente los problemas, pero no los resuelve”.

“Las características de Ñuble, y también de La Araucanía, muestran lo que es la pobreza rural, que está muy por encima de la urbana. Por tanto, donde hay regiones con sectores rurales importantes, esto aparece. También las carencias de ciertos servicios públicos que son más difíciles de proveer”, comentaba el secretario de Estado, en la misma entrevista.

Lo anterior, a propósito del triste récord con que la nueva administración territorial partió, ser la segunda región más pobre de Chile.

Los datos, emanados de la encuesta Casen, hablan por sí solos: un 16,1% de pobreza y un 4,6% de pobreza extrema. Este hecho fue factor a considerar al momento de la elaboración del presupuesto regional 2019, o Fondo Nacional de Desarrollo Regional (Fndr).

A mediados de año, las expectativas en el Bío Bío eran altas, pese a que se sabía que a partir de septiembre se contaría con 21 comunas menos. Así el Gobierno Regional, y tras una votación dividida en el Consejo Regional (hubo rechazo y abstenciones entre los cores opositores), decidió solicitar a la Dirección de Presupuestos (Dipres) y a la subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere) la suma de $141 mil millones. En Ñuble, por cierto, también se esperaba una cantidad de recursos importantes.

Con el inicio de la tramitación de la Ley de Presupuesto, se supo que el monto que se asignaría a Bío Bío sólo llegaría a los $70 mil 873 millones. Monto que servirá para pago de compromisos, arrastre y proyectos nuevos. Otros $5 mil 617 millones serán considerados para gastos operacionales y la instalación de las nuevas divisiones del Gobierno Regional.

Fue una derrota. De nada valieron los “esfuerzos” y las declaraciones en contra de la decisión del Ejecutivo. Ñuble, en tanto, partirá 2019 con $50 mil 234 millones (incluyendo los gastos operacionales).

Lo anterior, ha generado llamados a revisar la Estrategia Regional de Desarrollo (ERD), que tiene vigencia hasta 2030. En su reciente cuenta pública, la presidenta del Core, Flore Weisse, comentó: “la ERD ya contenía la salida de Ñuble. Hay que hacer un repaso, pero si uno analiza los lineamientos, creo que todos se siguen aplicando”.

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