Política

Cristóbal Bellolio: “Catrillanca no es el Caval de Piñera, porque no socava su base de apoyo”

El panelista y académico proyecta en clave electoral el caso de Camilo Catrillanca y su implicancia, tanto para La Moneda como para la oposición.

Por: Javier Cisterna 24 de Noviembre 2018
Fotografía: Raphael Sierra P.

Cristóbal Bellolio, analista político y docente de la Universidad Adolfo Ibáñez, afirma que era cuestión de tiempo la salida de Luis Mayol de la Intendencia de la Araucanía. “Era un hombre muerto caminando”, dice, al tiempo que pide poner en perspectiva más amplia el caso del homicidio de Camilo Catrillanca, la crisis política más fuerte que ha azotado al gobierno y también a la oposición.

– ¿Queda expuesto el ministro Chadwick tras la renuncia de Mayol?

– Mi impresión es que el gobierno lo estaba usando como escudo humano para que la sangre no llegara a Interior. Hoy ese fusible ya saltó, por tanto el ministro del Interior queda más o menos expuesto. El gobierno confía en que la salida de Mayol logre saciar la sed de responsabilidades políticas de la oposición. Está por verse, pero el gobierno tiene a su favor en esta contingencia el argumento de que frente a situaciones similares en el pasado, nadie había actuado con tanta rapidez y decisión como ellos. Y si te fijas, no es mentira.

– ¿Qué se puede esperar de la interpelación?

– Creo que el Presidente está en lo correcto cuando dice que la interpelación es una instancia constitucional para que los ministros de Estado den explicaciones. Podemos desdramatizar la interpelación. Dicho eso, yo no creo que haya mucho espacio para que la oposición intente algo más. El Frente Amplio (FA) ha encabezado algunas acusaciones y no han resultado exitosas. La pregunta es: ¿vas a intentar sacar a Chadwick sin que haya la suficiente agua en la piscina?, porque uno pensaría que después de la interpelación viene la acusación constitucional. La DC ya había apuntado a Mayol, dando a entender “hasta aquí llegamos”.

– ¿Crees que la oposición intentará capitalizar el caso Catrillanca, o buscará un perfil más bajo, dado sus antecedentes manejando el conflicto? 

– El FA está en esa encrucijada, porque por un lado ellos creen, con razón, que la Nueva Mayoría tiene tejado de vidrio. No es solo el gobierno de Piñera el que ha perseguido al pueblo mapuche, se podría decir siguiendo su línea argumental. En el caso de la Nueva Mayoría, tienen el problema del pasado reciente; tener cara para perseguir responsabilidades que ellos no asumieron en su momento.

– Vamos a escuchar esa réplica de parte del gobierno.

– Sí, y creo que La Moneda tiene razón. Ahora, el gobierno ha tenido dos voces, como diría Mirko Macari: los halcones y las palomas. Yo tengo la impresión de que las palomas han dado con la tecla más correcta, porque si te fijas tanto Alfredo Moreno como Hernán Larraín han tenido una voluntad de reconocer que se compraron una versión equivocada y de que hay que llegar hasta las últimas consecuencias.

– Si los halcones son Chadwick y Ubilla, ¿que le queda a Moreno, quien se propuso cambiar la historia con el pueblo mapuche?

– Para cambiar la historia ahora hay que redoblar la apuesta, porque la apuesta original era el Plan Araucanía, que habría hecho pasar a la historia a este gobierno como el más pro mapuche de todos, siendo de derecha. Hoy, evidentemente, la teoría de las cuerdas separadas, que es una teoría que le gustaba mucho a Moreno como canciller, se quedó corta. Moreno se compró la teoría de las cuerdas separadas en la Araucanía. O sea, por un lado, la zanahoria del Plan Araucanía y, por otro lado, el garrote del Comando Jungla. Hoy eso es insostenible. Ahora bien, no creo que el gobierno esté dispuesto a abandonar el garrote. Mal que mal es un gobierno de derecha cuyo electorado cree que el garrote es indispensable. De todos modos, si no renuncia al garrote, va a tener que renunciar a su intención de reescribir la relación con el pueblo mapuche.

– ¿Puede ser el caso Catrillanca el “Caval” del gobierno de Piñera?

– Evidentemente el caso Catrillanca es la crisis más difícil del gobierno, mucho más que el caso Rojas, pero no necesariamente es el Caval de Piñera. Lo que hizo Caval fue socavar la confianza de las capas medias y bajas en la Presidenta Bachelet. Su capital termina por destruirse con Caval. “¿Tú también, Michelle? Pensábamos que eras distinta”. Ese fue el proceso psicológico, más o menos, del electorado bacheletista. Yo no sé cuánta gente del electorado de Piñera, en esta contingencia, se vea traicionada por el gobierno. De hecho, podría decir que hay discursos antimapuche en la derecha y no creo estar siendo arriesgado al comentarlo. No veo de qué manera el electorado de Piñera, por lo de Catrillanca, lo mire y le diga “me traicionaste, Sebastián”. Al contrario. Muchos de ellos preferirían seguir con el garrote. No creo que sea el Caval de Piñera, porque no socava su propia base de apoyo.

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