En medio de su campaña de repostulación a la presidencia nacional de la UDI, la senadora habló de sus planes para el partido y aseguró que el partido puede convivir con “pinochetistas” y defensores de los derechos humanos. En lo personal, dijo, “tengo una visión histórica”.
El 2 de diciembre, la UDI renovará su directiva, y la senadora del Bío Bío, Jacqueline van Rysselberghe, competirá por su segundo período, con su mente puesta en cuatro objetivos:_la elección municipal, apoyo al Presidente Piñera, convertir al partido en el más grande de Chile y lograr que el próximo candidato presidencial del sector de las filas gremialistas.
De hecho, se defendió de quienes la han criticado por su supuesta falta de lealtad al gobierno: “La UDI ha sido extremadamente leal, pero lealtad no significa condescendencia y creo que es un flaco favor ser condescendiente. Los partidos de gobierno y el Gobierno son caminos paralelos que van en la misma dirección, pero no son el mismo camino. Eso es importante, porque le da diversidad a nuestro sector”.
De este y otros temas habló la senadora con Diario Concepción, y aunque se acordó conversar solo de la interna, en medio del diálogo salieron temáticas ligadas a los derechos humanos y al caso Penta. Van Rysselberghe, además, dijo una persona diferente a la que dos años antes postuló por primera vez al cargo de presidenta nacional del partido.
“Tengo un conocimiento de la UDI mucho más profundo. Nos tocó asumir en un partido donde la discusión era la renovación, una pugna entre los viejos y los jóvenes, un partido, en ese sentido, bastante fraccionado. Había una pugna entre los más conservadores y los más liberales. Y mucha gente se estaba yendo al movimiento de José Antonio Kast. En ese escenario, nos tocó como primer desafío el refichaje del partido. Asumimos en enero, y no recuerdo bien, pero habían cerca de 4 mil militantes inscritos y teníamos que llegar a los 19 mil. Muchos pensaron, por lo que nos había pasado, con los escándalos, que iba a ser muy difícil seducir gente para que se inscriba en la UDI. Pero no solo cumplimos con la meta, sino que la sobrepasamos. Tenemos más de 40 mil militantes”.
– Usted dice que el partido estaba fraccionado entre conservadores y liberales. Eso se mantiene hasta el día de hoy.
– Creo que no. La UDI es un partido donde la mayoría está a favor de la vida. Eso está en nuestra declaración de principios. Pero se dan espacios para que personas piensen distinto. De hecho, la UDI es un partido donde confluyen personas que vienen de otros partidos políticos, incluso de izquierda, porque el énfasis está en lo social. La UDI surgió para poder enfrentar la extrema pobreza y la vulneración de las personas que no tenían sus necesidades básicas satisfechas. Hoy nuestro desafío, dado que el mundo cambió, es adecuarnos al cambio y pelear por los derechos ciudadanos, y ponerla al lado de la gran mayoría de los ciudadanos, que son de clase media.
– Pero sí hay diferencias en la UDI cuando se habla de la dictadura militar. Hay quienes apoyan a Pinochet y quienes lo cuestionan. Ahí hay una diferencia profunda.
– Sí, pero ese tema enriquece a la UDI, porque tenemos la capacidad para convivir con personas que trabajaron en el gobierno militar, como alcaldes, incluso en comunas de nuestra región, otros que nacieron en la década del ‘90, y otros que vienen de mundo de izquierda, y que tienen una visión distinta de lo que fue el gobierno militar. Pero eso no hace que uno deba desconocer su historia. La UDI es un partido que nació en esa época y es capaz de ver las luces y sombras de la época, no solo las luces o las sombras. Es capaz de condenar las violaciones a los derechos humanos y con fuerza, pero también creemos que fue un gobierno que le cambió el eje de desarrollo al país.
– Como candidata del partido conversa con ambos mundos, ¿cómo lo hace?
– De la misma forma que converso con mi marido que votó por el NO (risas). Sí, el papá de mi marido trabajó en el gobierno de (Salvador) Allende. Creo que la historia uno la ve, dependiendo del lugar en que le tocó vivirla. Desde esa perspectiva, la UDI tiene que ser capaz de acoger a todos y no puede haber una pugna en los pinochetistas y no pinochetistas, entre la generación millenialls y los que no. Hay que lograr captar a todos, porque nuestra esencia está enfocada en lo social.
– ¿Y usted como se declara? ¿Pinochetista? ¿O no?
– Lo que pasa es que mi familia es muy pinochetista, mi papá, mi mamá… Yo la verdad… Creo que Pinochet fue un presidente que hizo cosas muy buenas, pero también en cuyo gobierno hubo cosas muy malas. Tengo una visión histórica… Pero sí respeto mucho a las personas que son pinochetistas, como también respeto a las que tienen una visión crítica del gobierno militar.
– Cuando habla de casos que complicaron a la UDI, supongo se refiere a Penta. ¿Es tema cerrado?
– Yo diría que está bastante resuelto. Quedan algunas cosas pendientes, pero lo que queda claro es que en el caso del financiamiento irregular de la política, que era transversal, hubo un trato extremadamente duro para nosotros y blando para la izquierda. Al ex ministro (Rodrigo) Peñailillo, que está súper comprobado que generó financiamiento irregular para la campaña de (Michelle) Bachelet, ni siquiera lo formalizaron.
– Marco Enríquez-Ominami no creo que pueda decir lo mismo.
– Sí, pero él no es parte de la Nueva Mayoría.
– ¿Entonces, se refiere solo a ese sector?
– Sí.
– ¿Cree que con ese sector el Ministerio Público fue blando?
– No tengo dudas. Hubo un sesgo gigante en el trato que tuvo la Fiscalía, Impuestos Internos y todo el aparato de gobierno.
Sobre sus desafíos como timonel de la UDI, comentó: “Tenemos que prepararnos para la elección municipal. En la UDI tenemos que mantener y aumentar el número de alcaldes, y ojalá de concejales. Una buena elección municipal para el sector es la antesala de la próxima parlamentaria y municipal. Lo segundo, hay que apoyar al Gobierno. Para que tengamos un segundo gobierno, a éste le tiene que ir bien. En eso los partidos, tienen que ser leales. Ser parte del Gobierno tienen ciertos beneficios para los partidos, te permite tener una relación más fluida con el Ejecutivo, pero también tiene costos, porque hay que asumir o apoyar cuando se cometen errores. Pero es imprescindible para que le vaya bien a este Gobierno. El tercer desafío es que la UDI siga creciendo. Queremos que la UDI, no solo sea el partido con más militantes del sector, sino el más grande de Chile, más grande que el Partido Comunista (PC) que es el partido con más militantes. El último desafío es que el próximo candidato presidencial sea de la UDI”.
– Muchas personas dicen que va para allá.
– No. Ser presidente de la UDI no es compatible con ser candidato presidencial. Ser presidenta de la UDI, significa ser muchas veces políticamente incorrecta, por eso siempre los presidentes de la UDI tiene una alta evaluación negativa.
El diputado de la Región de O’Higgins, Javier Macaya, será su contrincante en la interna gremialista y, en el Bío Bío, existe un grupo de destacados militantes que ya han explicitado su apoyo al parlamentario, entre ellos, el diputado Iván Norambuena, y los consejeros regionales (cores), Flor Weisse y Luis Santibáñez.
“La política, para quienes hemos dejado de lado nuestra profesión y nos hemos dedicado en cuerpo y alma a esto, es una profesión. Es como un trabajo cualquiera. Y en los trabajos uno cuenta con gente que es más amiga y otras que es menos amiga. Acá… Esto es pega (sonríe). Por tanto, uno tiene que trabajar, y el trabajo tiene que estar orientado a metas”, manifestó.
– Sí, pero se lo preguntaba desde el punto de la adhesión que pudiera tener en Bío Bío. Estamos hablando de personas, que también son políticos, y tienen adherentes y/o electores.
– A mí, la vez pasada, me fue bien en esta Región. Saqué un poco más del 70% de los votos. Yo espero, en esta oportunidad, sacar lo mismo o un poquito más.
– A nivel regional. ¿Presentará una lista?
– No lo hemos visto, pero me encantaría que fuera una lista de consenso, sería sano, pero si hay más de una persona interesada, también lo encuentro legítimo.