Política

Gastón Saavedra: “El Presidente nos trata de antipatriotas porque no hacemos lo que él quiere”

El parlamentario de sus primeros seis meses en la Cámara, critica a la relación del Ejecutivo con el Parlamento, la falta de una agenda descentralizadora y defiende el trabajo legislativo, muchas veces ninguneado por la ciudadanía.

Por: Ángel Rogel 18 de Septiembre 2018
Fotografía: Raphael Sierra P.

Hace unos días, Gastón Saavedra (PS), cumplió seis meses como diputado. Seis meses desde que cambió la gestión alcaldicia por el trabajo legislativo, y ya ha experimentado las diferencias que implica ser un jefe comunal con las de ser parte de la corporación.

En esta entrevista, el diputado habló de la nula propuesta oficialista en torno a descentralización y defendió el trabajo de los diputados, tan cuestionados en los últimos días por los cambios de las semanas distritales.

Saavedra también tuvo palabras para la fallida acusación constitucional que la oposición impulsó en contra de tres ministros de la Corte Suprema, por los beneficios otorgados a seis condenados por crímenes de lesa humanidad. Pese a la traspié, el diputado socialista, prefirió ver el vaso medio lleno.

“Fue tremendamente importante que la oposición y el país repusieran en la escena nacional un tema pendiente, verdad y justicia, y la no impunidad. Eso lo hemos ganado, porque estaba olvidado y hay temas que no pueden soslayarse. Si el país quiere sanar su alma y construir futuro a partir del esfuerzo colectivo, hay que dar por superada esta situación, y eso se logrará cuando unos digan dónde están, y otros hagan justicia”, comentó.

– ¿Y qué pasa ahora? El tema podría morir sin que haya contingencia al respecto.

– No, no va a morir, pues hay una comisión mixta en el Parlamento para corregir un vacío legal que va resolver puntos que son expresión de este tramado jurídico internacional que exige arrepentimiento, colaboración y situaciones de salud de personas que están condenadas por delitos de lesa humanidad.

– Hoy pareciera que, algunos políticos, sobre todo, de centro derecha sinceran su opinión respecto de la dictadura. Se habla de contexto, pero ya no se escabulle el tema. ¿Lo ha percibido?

– Sí, ahora se expresan claramente. Pero siento que aún no asumen la responsabilidad que les corresponde. Unos diciendo que no estaban, que eran menor de edad, pero son parte de un proyecto político que representa el conservadurismo y el apoyo a un gobierno dictatorial. Segundo, se dice que nos salvamos de una dictadura marxista, qué dictadura, si se trató de un gobierno electo democráticamente. Falta que se termine con esas justificaciones y hablo de quienes hoy son parlamentarios o autoridades regionales.

– ¿No teme que se vuelva a polarizar el debate?

– Lo que pasa es que debe existir la madurez suficiente para entender que en un Estado de Derecho democrático existe el legítimo derecho de opinar y disentir, pero también a consensuar.

– Claro, pero a veces se confunde y se pasa a la agresión.

– Sí, a veces el exacerbado fanatismo nos está llevando a eso.

– Cambiando de tema ¿Qué piensa cuando se trata a los parlamentarios de flojos?

– Yo creo que hay desconocimiento de la ciudadanía, aunque tiene que ver con otras cosas. También han habido chambonadas cuando se descubre a un parlamentario viendo tonteras en el computador, eso no ayuda. Pero tiene que ver con haber estado 17 años denostando a los señores políticos. Y eso fue intenso. Fue así. Pero, eso hace mal, porque es en la política donde se toman decisiones respecto de la vida de las personas y del futuro de una nación. Y también está esto del Presidente (Piñera) de denostarnos y tratarnos de antipatriotas porque no hacemos lo que él quiere y eso socaba la credibilidad del Parlamento (…). El tema de la corrupción afecta, pero no nos echen la culpa solo a los parlamentarios, la corrupción es transversal.

– A propósito de los mencionado, la relación con el Presidente Piñera ha sido compleja.

– Sí, porque primero usa un camino estratégico para llevar adelante su Gobierno, pero excluyendo al Parlamento. Llamando a dedo, a quienes él cree conveniente para efectuar acuerdos en comisiones que no tienen ningún asidero legal, porque todo tiene que transformarse en proyecto de ley.

– ¿Y la relación con los ministros? ¿No se supone que ellos son el puente entre el Ejecutivo y el Parlamento?

– Se supone que sí. Pero está la experiencia del ingreso mínimo mensual. Logramos que el tema no se tratara solo en Hacienda, sino también en Trabajo. Ya no era un problema de número. Esperábamos una relación mucho más fluida con los ministros, pero otra vez se eligió a dedo. No hay que temerle al debate, y este Gobierno le tiene miedo al debate.

– Los consejeros regionales dicen que este Gobierno carece de una agenda descentralizadora, ¿concuerda?

– Concuerdo. La descentralización ni siquiera estuvo en las comisiones que propuso el Presidente y dijo que iba a ser el Presidente de las regiones. Estamos a meses de la elección del gobernador regional y dotarlo de recursos y atribuciones. Necesitamos de una vez por todas el proyecto de regionalización fiscal, a propósito de Puchuncavy y Coronel, y por qué no hacemos un acuerdo en torno a eso. Pero no son parte de las comisiones creadas por el Presidente.

– ¿Y qué pasa con el traspaso de competencias, hay alguna propuesta ya? ¿Se supone que debería haber financiamiento en la Ley de presupuesto, al menos?

– No, no está, por eso lo estamos planteando esto en términos urgentes.

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