El senador Felipe Kast cuestionó los discursos de “odio” y la “falta a la verdad” que se manifestó en su sector por la discusión de la Ley de Identidad de Género.
El senador por La Araucanía y líder de Evópoli, Felipe Kast, afirma que existen dos dimensiones fundamentales para que el gobierno pueda concretar el anhelo de los ocho años en La Moneda: mejorar las condiciones de empleo y poner las políticas de infancia por delante.
“Así vamos a lograr una centro derecha con vocación de cambio social, no solo concentrada en la economía”, sostiene el otrora presidenciable, que en entrevista con Diario Concepción desmenuza el presente del sector tras el denso debate por la Ley de Identidad de Género.
– En su campaña habló mucho acerca de terminar con la presencia de operadores en el mundo público. En el Bío Bío parece que esa pelea se perdió o sencillamente no se dio. ¿Qué reflexión le merece?
– Es una pelea que tenemos que dar y la reforma al Estado, para mí, es una reforma social. En la medida en que logremos que el Estado se modernice y no esté capturado por operadores políticos, vamos a lograr un país más justo. Son las personas idóneas las encargadas de construir una Sename y una educación pública de buen nivel, por ejemplo.
– ¿Cree que, justamente, infancia puede ser un legado de esta administración?
– Sí. Todos vimos lo trágico que ha sido que los niños estén olvidados en Chile. Sabemos que se nos murieron mil 313 niños en manos del Estado, las Naciones Unidas hicieron un informe que demostraba que se había vulnerado los Derechos Humanos de forma sistemática a nuestros niños y, por lo mismo, el legado social de este gobierno, además de una importante impronta en materia de empleo, tiene que ser la agenda de poner a los niños primero en la fila. Y eso va a significar romper huevos. Para poder desarrollar esta agenda, vamos a tener que reformar el Sename, cerrar esas verdaderas cárceles que hay para los niños. Para eso necesitamos recursos y que la oposición apruebe la reforma tributaria.
– Rechazarla también es una atribución de los parlamentarios.
– Por supuesto. Si la oposición no quiere reforma tributaria, va a tener que explicarle a la ciudadanía por qué no quiere que el crecimiento económico y el empleo aumenten como la misma ciudadanía lo manifestó claramente cuando votó por Sebastián Piñera.
– ¿Hay satisfacción en el oficialismo por la aprobación de la nueva norma en materia de identidad de género?
– La ley que se aprobó es una buena ley y lo que hace es terminar con una discriminación brutal con los padres de menores trans, porque les da a ellos el poder de decisión, a ellos y no al Estado.
– Los detractores señalan lo contrario, que el Estado se entromete en las familias.
– Es justo lo contrario, por lo que es impresionante cómo muchos faltan a la verdad para atacar al Presidente Piñera. Lo que ocurre es justamente lo contrario. La ley requiere de tres voluntades para generar un cambio registral: los padres, el menor y el juez. Aquí hay muchos que han caído en una campaña de desinformación. Acá no hay ninguna palabra de cirugía, de ideología. Lo que hay es permitirle a los padres que su hijo sea feliz y no se termine suicidando por el negacionismo de la realidad.
– ¿Cuál es el límite frente a lo que se ha denominado como “legislar con la Biblia en la mano”?
– Yo creo que es completamente legítimo que uno haga política vinculándola con la fe. Lo que no es legítimo es caer en el odio al que piensa distinto, lo que no es legítimo es faltar a la verdad para imponer mi verdad, lo que no es legítimo, porque no hay ninguna religión que lo promueva, es decir, que algunas personas se van a ir al infierno por votar de una determinada manera.
– La Araucanía es su zona de representación. ¿Cómo se lee el llamado al diálogo y la instalación de policía militarizada? ¿Cuál es la cara real de La Moneda, la de Desarrollo Social o Interior?
– Yo creo que son las dos y que no hay ninguna contradicción. El pueblo mapuche es tremendamente pacífico, por lo tanto, los grupos extremistas y violentistas, que hacen atentados sistemáticos y que lucran del conflicto para beneficio propio, no representan al pueblo mapuche. Por lo tanto, para mí, la clave es desarrollar una buena inteligencia para aislar a esos grupos, pero en paralelo tenemos que darle más poder político al pueblo mapuche, tenemos que darle reconocimiento constitucional. Yo soy partidario de dar también reconocimiento político.
– ¿No hay una reflexión desde la derecha en torno a que, como manifiestan intelectuales del mundo mapuche, mediante acciones violentas se ha logrado que Santiago mire a La Araucanía?
– No estoy de acuerdo. Creo que el gran pecado de algunos intelectuales es relativizar la gravedad de la vía violenta con la lógica de que el fin justifica los medios. No debemos caer en esa lógica. Nunca. Soy un completo opositor a ello.
– ¿Cómo observa el crecimiento de Evópoli en la zona?
– Nosotros tenemos una mirada de que Evópoli tiene un potencial de crecimiento tremendo. Bío Bío fue na de las regiones en que mejor me fue en la primaria presidencial. Tenemos grandes seremis y la verdad es que no estamos preocupados ni ansiosos de llenarnos de cargos. Lo que nos interesa es reclutar gente sana. El peor error que podría cometer Evópoli es tratar de crecer traicionando sus principios; crecer solo en cantidad. En ese sentido, somos algo muy distinto, tal vez, a lo que conoce la ciudadanía en la UDI o RN.
– ¿Le gustaría ver a la seremi Parodi en el Congreso?
– Esa es una decisión que tendrá que tomar ella. Hoy yo creo que está trabajando fuertemente para ser muy leal con el gobierno del Presidente Piñera. Claramente, para nosotros, es una figura importante y tenemos todo por crecer acá en la Región.