El congresista aseguró que el gran responsable del fracaso del reajuste del salario mínimo fue el Presidente Piñera, que adoptó una actitud de “todo o nada”. Para el representante opositor “negociar también significa ceder”.
El senador de la Región de Valparaíso, Ricardo Lagos Weber (PPD), estuvo hace unos días en Concepción invitado por la municipalidad de San Pedro de la Paz, en el marco de un seminario sobre infancia.
En una semana marcada por el rechazo al reajuste al salario mínimo, Lagos Weber abordó el tema, habló “del veto presidencial” y, además, de los peligros de relativizar las violaciones a los derechos humanos.
“Me considero una persona razonable y dialogante con el Gobierno. A los pocos días de asumir, el Presidente Piñera constituyó la comisión de la infancia, de la cual participé, porque me pareció sano. Pero, en el tema del reajuste del salario mínimo, el Gobierno está utilizando toda su fuerza para instalar una posverdad”, comentó de entrada el congresista.
Explicó que el “lunes a las siete de la tarde el Congreso aprobó una ley de reajuste, no un proyectito. A esa ley le faltaba solo la firma del Presidente para que se promulgara y se aplicara el reajuste, pero el Presidente la vetó. El que rechazó el reajuste fue el Presidente. ¿Por qué? Porque el Presidente, además del reajuste, que es un bueno y significativo, quería estar 30 meses sin discusión”.
Lagos Weber dijo que propuso dos años sin negociar, pero ni aun así convenció al Jefe de Estado. “Estoy viendo que para el Gobierno es todo lo que quiere o nada. Pensó que los diputados no iban a tener el carácter de rechazar la plurianualidad”, sostuvo.
Aseguró que la actual administración está mintiendo y para ello utilizando, incluso, a las autoridades regionales. “Él puede decir ‘me aprobaron los $300 mil, pero no los 30 meses’, que lo diga así, a ver si lo puede vender a la opinión pública”, comentó el senador.
En opinión del congresista el Gobierno no está calibrando bien a la oposición.
“Sé como oposición que el Presidente obtuvo una tremenda mayoría en segunda vuelta, es indiscutible. Pero de la misma forma el Presidente tiene que entender que en la primera vuelta obtuvo una tremenda minoría en el Parlamento, entonces, estas dos fuerzas políticas tienen que conversar. O sea, si él quiere 30 meses y el resto cero, cuando alguien propone 24 meses, ahí existe un acuerdo. Él debería haberlo tomado”, enfatizó.
Dijo que nadie ganó en esta discusión, e insistió en que el oficialismo debe aprender a ser minoría. “La Concertación desde el año ‘90 hasta el 2006, durante 16 años, ganó todas las elecciones, y pampeado, pero producto del binominal y los senadores designados, que eran diez nominados por Pinochet, tuvo que negociar todo y no lo hizo a punta de vetos”, manifestó.
– A propósito del veto. ¿No teme que se institucionalice esta forma de abordar la discusión parlamentaria?
– Bueno, es que eso fue lo que ocurrió. Entonces, para qué conversamos. La Concertación no gobernó en base a vetos, y conversar también significa ceder. Le dije al ministro de Hacienda que 30 meses era mucho, le ofrecí 24 meses. Y ahora se va a Londres, con 200 empresarios y no va a estar en la discusión del salario mínimo. En vez de haber viajado tranquilo de la vida, diciendo que en Chile está todo bien.
En medio de un ambiente, donde parece haber una intención de relativizar todo lo ocurrido durante la dictadura, el senador también reflexionó al respecto. Dijo tener la convicción, desde hace muchos años, que hay un sector de la derecha en Chile que ha modificado su visión en torno a los derechos humanos. Sin embargo, cree que hay quienes no han cambiado de opinión, entre ellos, mencionó a la senadora del Bío Bío, Jacqueline van Rysselberghe.
“Siguen justificando y poniendo en contexto las violaciones de los derechos humanos. Un partido que fue a defender a Pinochet a Londres, el año ‘99, que en sus estatutos defiende el gobierno militar… lo justifican. Quiero recordar que la UDI tenía de alcalde y candidato en Providencia, al coronel (Cristián) Labbé, con todo lo que defendía a Pinochet. Yo no pretendo cambiar a Labbé, pero la UDI le daba respaldo y hasta 2006. Entonces, qué ha cambiado… No me vengan con cuentos”, sostuvo.
– ¿Cuál es el peligro?
– Cuando se relativiza todo, da lo mismo, no hay verdades. Y eso lleva al populismo. Primero, te lleva a ponerlo en duda y luego a negarlo. Como gente que aún niega el holocausto. En esto hay que ser muy claro, porque esto define a las sociedades.
– ¿Usted coincide, entonces, con la DC en torno al subsecretario de Redes Asistenciales?
– Sí. Lo que pasa es que el Gobierno cometió un tremendo error con Luis Castillo. Pero si se equivocaron tienen que apechugar. A esta altura Castillo debiera dar un paso al costado. Usted entiende que Castillo no puede ir a ninguna comisión del Congreso o actividades públicas, porque lo van a funar. ¿Para qué? ¿Qué gana?
– ¿Usted claramente no evalúa bien al Gobierno?
– Es que el Gobierno ha sido de aquí y de allá. Dice que quiere negociar, llegar a acuerdos, pero después le saca la ñoña a la administración anterior. Lo del veto en el salario mínimo fue mucho, porque cuando concurrí a la comisión de la infancia, fui criticado por algunos sectores míos. El diputado, (Manuel) Monsalve, por ejemplo, no era partidario de ir a las comisiones. Aquellos que estamos por llegar a algunos entendimientos en pos de obtener objetivos más grandes, con estas actitudes del Gobierno, socavan esa posición. O sea, para qué perder el tiempo.