Renuncia de Soledad Alvear motivó serias reflexiones en el partido.
Como “la decisión más triste” que le ha tocado vivir en política calificó Soledad Alvear, histórica militante falangista, su opción de renunciar a la Democracia Cristiana, acción notificada el sábado y confirmada el domingo en entrevista con La Tercera.
De esta forma, la ex ministra y otrora precandidata presidencial, puso fin a más de 50 años de participación en la colectividad, anunciando a su vez la creación de “un movimiento que en nuestra inspiración humanista cristiana represente un aporte con nítida identidad a la política del país”.
La determinación de Alvear no dejó a nadie indiferente en la DC. Lejos de ello, diversos militantes sentenciaron que se trató de un remezón mucho más fuerte que la salida de Mariana Aylwin.
“Lamentamos la ida de Soledad, porque es una militante histórica que dio mucho al partido y la política. Sin embargo, yo soy de los que creen que las peleas se dan dentro y no fuera. En ese contexto, lo que hoy tenemos es una definición que lamentamos, pero que tampoco significa una estampida de militantes”, comentó Marco Hernández, consejero nacional de la DC.
Por su parte, el diputado falangista por el Distrito 19, Jorge Sabag, indicó que es “lamentable” la renuncia de Alvear, pero que responde al hecho de que “el partido se ha ido desdibujando en el panorama político nacional, y eso ha generado que muchos militantes se vayan desafectando y renuncien a él. Es sintomático del proceso de desorientación que vive el partido”.
En tanto, el presidente regional de la Democracia Cristiana, Nicolás Hauri, estimó que “es un golpe duro. Es muy lamentable la renuncia de la camarada Alvear por todo lo que hizo ella, tanto en lo que dice relación con el retorno a la democracia y la consolidación de los gobiernos de la Concertación. Es también un necesario llamado de atención para recomponer lo que es la fuerza ideológica del partido”.