Política

Lagos a fondo

Tenso domingo el del candidato y su partido histórico, que elige hoy entre él y Alejandro Guillier, al hombre del PS para las presidenciales 2017. Anticipan que incumbentes socialistas le darán la espalda, apostando a que el senador-periodista proclamado por los radicales se imponga ante Piñera y con eso les asegure permanencia y/o nuevos cargos... ¿Será este el fin de una minada campaña? "Del PPD, que ya completó el refichaje, depende mi candidatura para llegar a las primarias", nos contestó Lagos.

Por: Diario Concepción 09 de Abril 2017
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Tenso domingo el del candidato y su partido histórico, que elige hoy entre él y Alejandro Guillier, al hombre del PS para las presidenciales 2017. 

Anticipan que incumbentes socialistas le darán la espalda, apostando a que el senador-periodista proclamado por los radicales se imponga ante Piñera y con eso les asegure permanencia y/o nuevos cargos… ¿Será este el fin de una minada campaña? "Del PPD, que ya completó el refichaje, depende mi candidatura para llegar a las primarias", nos contestó Lagos. 

 

Luz María Astorga
Contacto@diarioconcepcion.cl

Dicen que se lo advirtieron. Que entrar en la carrera a La Moneda no era buena idea. Que el país ha cambiado, que su estilo, su tono, esa cosa autoritaria, desde las alturas, no calza con lo que la gente quiere. Que era exponerse, arriesgar capital político. Su familia se resistía y transó en un apoyo más "desde afuera", no como aquella primera vez, confidenció el candidato en televisión. Sí, porque Ricardo Lagos Escobar desoyó a muchos y se lanzó. A poco andar fue a buscar respaldo en el Partido Socialista, "su" tienda histórica. Salió trasquilado. Las encuestas –independiente de la cuestionada seriedad de sus datos- resultaron lapidarias. Nunca le han dado más de ese 5% que notificó la CEP en julio del año pasado. Al revés, lo quitaron un par de puntos. Los diarios, radios y TV sacaron brillo del hasta ahora fallido periplo. 

"El Lagos de septiembre de 2016 no es el mismo que el de abril 2017", admitió el ex Presidente a horas de que el comité político del PS decida quién será su candidato. La cita se fijó para las 16 horas de hoy, en el Estadio El Llano de San Miguel, la comuna de los regidores y alcaldes socialistas Julio, Mario y Tito Palestro, que terminaron en Dawson y/o exiliados. 

111 integrantes y dos nombres: Lagos-Guillier.

La semana cerró con apuestas varias. La senadora Isabel Allende –que deja su cargo a Alvaro Elizalde no entiende por qué el partido simplemente no declara tener dos aspirantes. El laguismo pidió votación pública y los guillieristas rechazaron de inmediato, argumentando eventuales futuras represalias. Desde el comando del ex Presidente advirtieron: si no lo eligen reevaluarán la candidatura, versión que Lagos derriba en esta entrevista. Y, bueno, como esto es política y con la presidencial viene la parlamentaria con sus 120 escaños para diputados más 35 nuevos sillones, el dato clave: varios incumbentes del PS apoyan a Guillier, pensando que como tiene posibilidades de ganar a Piñera, es como garantía para seguir "colocados" u obtener un cargo en el gobierno futuro. 

– En septiembre, cuando lanzó su candidatura, afirmó que lo hacía porque quiere a Chile, en un contexto de desprestigio de la política y de una Nueva Mayoría con estertores. ¿Siguió de porfiado o se ha expuesto en su mayor gesto de "humildad" para aportar? 

Por segundos me mira, luego sonríe y dice:

– A lo mejor es una mezcla de esas cosas; no había pensado esto. 

Y retoma decidido:

– Lo único que sí he pensado -porque me lo han dicho mucho- es lo de exponer mi capital político. Pero es un costo que deja mi conciencia tranquila. He hecho lo que consideré adecuado para el país. Veo en riesgo a la coalición que ha gobernado más de 20 años, y no conozco otro tiempo en que haya habido tal nivel de crecimiento, de reducción de pobreza, de avanzar al límite de lo posible respecto de los militares, al límite de hacer justicia respecto de derechos humanos, de tener una política internacional activa e independiente y un lugar donde los chilenos pudieron desnudarse para una foto y les pareció normal, y en donde terminó la censura cinematográfica y hubo una explosión de cine… Eso, claro, no lo hicimos nosotros, no por favor, fueron los creativos, los intelectuales, porque hubo un espacio para ellos. El entendimiento entre nosotros, mundo progresista (PS-PPD), con la DC como expresión de centro, y los radicales, ese partido tan antiguo… permitió todo eso. Sería un desfavor a Chile si se perdiera.

En su propia casa

– ¿Sigue esperando que la Nueva Mayoría retome ese tranco?

– Sí, que esta Mayoría lo retome.

-La DC Carolina Goic está muy, pero muy cerca de ir a primera vuelta; el PS, divido, aunque en el congreso 2016 habían decidido llevar un candidato de sus filas. A usted lo vimos reunirse con Isabel Allende –que tenía aspiraciones presidenciales-, y, después de ese encuentro, ella, con cara nada contenta, abandonó la idea. ¿No cree que le jugó muy en contra esa presión y la que se supone detrás del giro socialista de abandonar la consulta?

– Yo no he hecho presión alguna. 

– Se vio como presión. También la advertencia del comando sobre revisar la carrera. 

– Tengo que aclararle una cosa. ¿Quiénes votaron por terminar la consulta? Los mismos que ayer eran insistentes en que había que hacerla. Y ¿por qué? (Se refiere a los partidarios que Insulza y Atria, al ver que sus hombres no marcaban).

Y sigue:

– ¿Qué segmento era ése? Vea quienes cambiaron, quiénes son los partidarios ahora de que no se hiciera consulta. Yo lo que sé es que en noviembre dije "no me parece razonable hacer una consulta en abril, porque vamos a estar noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo y abril, seis meses discutiendo quien será el candidato socialista, en circunstancia que el estatuto dice que lo decide el comité central, y dejando solo ¡dos meses para ganar la primaria! Mientras tanto tenemos que reficharnos y elegir nueva directiva. ¿Parece razonable? ¿Discutir seis y trabajar dos? Y estamos ahora a siete meses de la presidencial. Yo dije, hagamos consulta, pero a más tardar en enero. He sido consecuente, no he hecho presión. Ese día me invitaron y di me opinión (después no me han invitado nunca más). Así de simple. Si es presión opinar… El tema de los partidos es problema de los partidos. Yo me he metido en hacer un programa, en ver cómo conversamos esto con la ciudadanía… El PPD le dijo al PS: "Hagamos una primaria conjunta, con un candidato común". Los socialistas contestaron: "Primero tenemos que elegir candidato". Bueno, entonces no se hace… He querido mantenerme al margen de lo que están haciendo los partidos. Mi obligación es hablar con la gente. 

– Según la decisión del comité hoy, ¿está en juego su candidatura?

– Lo importante es que el pleno decida pensando en lo que es mejor para el país y, también, pensando en la proyección de la coalición. Ha sido ésta –ayer Concertación, hoy Nueva Mayoría-, la que ha permitido dar estabilidad y crecimiento por años. 

Añade:

– La decisión es un elemento importante, pero no hay que olvidar que de la proclamación del PPD, que está prácticamente inscrito porque ha completado el refichaje, depende mi candidatura para llegar a las primarias. 

 

– Uno de los temas en que Gobierno, ciudadanía y empresas están lejos de llegar acuerdo es el previsional. En la ruta de mejorar las pensiones chocan hasta en quién administrará el 5% adicional planteado por el Gobierno. Usted habla de un uso gradual de ese adicional en reparto…

-Sí. Para mejorar las pensiones hoy, ¿por qué no tomar un 2% de ese 5% para destinarlo a reparto, bajándolo a cero en 20 años? Así se hace un poco de justicia intergeneracional. Por otro lado, terminando con esto de que las AFP –un negocio regulado por el Estado- puedan tener rentabilidades de hasta 30%, automáticamente mejorarán las jubilaciones. Más de 6%, que no es mucho, pero comenzaríamos por algo. 

– ¿El 5% debe administrarlo el Estado? El Gobierno pretende seguir el modelo canadiense, que renta parecido a los multifondos. El candidato Piñera sostiene que el afiliado debe elegir. Y las AFP quieren encargarse y dicen que una administración estatal es "sesentera" y abre espacio para la captura política. 

– Debe ser administración estatal. También debiera ser estatal la del seguro de desempleo. Así lo quería yo cuando lo creamos, pero la derecha se opuso. 

– Hoy existe acuerdo transversal en subir la cotización del 10% al 15%. Pero además, está la idea de aumentar la edad de jubilación. Piñera dice subirla a partir de una tabla por años de nacimiento. Pero uno podría pensar que en unas décadas esto tampoco será suficiente, como no lo fue el 10%. 

-Digámoslo con franqueza: la experiencia en el mundo es que para que las pensiones sean dignas y se acerquen a lo que ganas activo, la cotización debe ser al menos de 18%.

– ¿Y la edad para pensionarse?

-La dejaría libre. Cuando quiera. A los 50, claro, tendrá menos fondos. Hay que tener presente que Chile es top ten de esperanza de vida, según la OMS. Eso nos plantea un desafío: en 2040, uno de cada tres chilenos será adulto mayor. Hay que hacerse cargo de ello. 

– En la idea de perfeccionar las reformas, en lo tributario quiere que las empresas paguen según utilidades (fin al FUT), en un porcentaje de 25% a 30%. En su proclamación Piñera habló de volver al pago por utilidades retiradas. 

– Hay que superar etapas. En los sistemas tributarios de los países Ocde –no nos gusta compararnos pero ya nos acercamos por el per cápita-, el FUT no existe. Se paga por utilidades. Y cuando las compañías reparten dividendos producto de sus buenas utilidades, los dueños de esas acciones pagan impuestos por lo que reciben. ¡Mire qué simple! No veo por qué no hacer lo mismo.

– Porque acá, después de la polémica reforma considerada mal proyecto, engorroso, confuso, complejo, difícil que exista buen ambiente para su idea.

– El Presidente es el principal comunicador. Y si no hay comprensión en el mundo empresarial, tiene que hacer pedagogía ante el país, explicar por qué deben tomarse determinados caminos. Entonces, esos No después son Sí, y parece obvio.

– En educación, el plan indica que el 50% de gratuidad no se toca. 

– Sí, en eso no hay vuelta atrás. Y digo que debemos llegar al 60% y, según las holguras presupuestarias, al 70%. Y seguir, dependiendo del ajuste a la Reforma Tributaria que se haga. 

Con un PIB creciendo entre 1% y 2% -como proyectó esta semana el Banco Central para 2017-, exigencias de gasto social creciente y bajo nivel de inversión privada, urge un aventón potente. El candidato Lagos usaría el Fondo de Infraestructura (proyecto en discusión en el Congreso), para concesión de nuevas obras y elevar rápido la inversión del sector a 3% del PIB. En 2015 bajó a 1,1%.

Dice que hay ahí US$25 mil millones, aunque el Gobierno no ha precisado la cifra. 

"El Fondo además tiene la ventaja de que una vez establecido uno sabe los rendimientos que tendrá y, por tanto, puede tomar compromisos a varios años. Eso da una autonomía mayor que cuando el Estado asume compromisos sujetos a la Ley d Presupuesto".

– También en crecimiento está la productividad, innovación, el que no sigamos dependiendo de los recursos naturales. Una serie de asuntos de los que se viene hablando hace década, sin avances.

– El rol del Estado es importante aquí. El crecimiento debe ser inclusivo, sustentable, respetuoso con el medioambiente porque si creces y echas gases invernadero vas mal ya que lo que emites va a ser tan importante como el per cápita… ¿Cómo doy valor agregado? Por ejemplo, si un tercio del cobre del mundo se produce en Chile y eso quiere decir que un tercio de los bienes de capital necesarios para esa producción están acá, o sea un tercio de los camiones del mundo con esas ruedas de 2 metros de alto, ¿podemos producir aunque sea una tuerca para ellos?… Y, ¿hacer una sociedad con los peruanos que tienen 15%? Seríamos casi 50% de la producción mundial. Entonces, ¿si fabricamos camioncitos, cargadores frontales? No diré retroexcavadoras porque eso… (se ríe).

Luego mira la Región:

– Y en Concepción, ¿cómo hacemos con las universidades, empezando por la UdeC, en los distintos ámbitos donde hay que vincular la empresa con el Estado y el conocimiento, para mejorar la productividad a través de los avances tecnológicos?

– En su gobierno, los primeros seis meses el mundo empresarial tuvo el pie en el freno. No confiaban. Después se hicieron amigos. Ahora, aunque algunos lo han apoyado públicamente, el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio, es muy cercano a Piñera. ¿Cómo ve eso?

– Quiero quedarme con las palabras de Alfredo Moreno: dijo que jugaban roles distintos y que él representa a empresarios, que no tienen color político. Sí, claro, pero tienen un corazoncito… es normal, lo entiendo… El Presidente es de todos los chilenos, también de los empresarios, de los campesinos y trabajadores. Y si quieres un país un poquito más equilibrado, tu corazón tiene que estar más del lado de los más débiles, a los que más les cuesta hacerse escuchar. 

 

Recuperar el Estado y matar la desconfianza

El viernes Lagos estuvo en Chillán. Ayer, acá, en Concepción. Vino a encontrarse con gente PPD-PS y, también, con ciudadanos. Trajo unas cartillas con las principales ideas del documento de 97 páginas "Piensa en Chile. Propuesta para conversar", entregada la semana anterior, que incluyen preguntas al lector. 

Ese plan programático, en cuatro títulos -Fin a los abusos; Crecimiento inteligente, Más seguridad y Más igualdad-, bajo cada llamado aborda varios puntos. Por ejemplo, en el primer caso, desde consensos para reformar instituciones públicas y privadas a conseguir un Estado probo, transparente y eficiente, pasando por nueva agenda de derechos humanos y formas de enfrentar los abusos de empresas. 

En seguridad, contempla desde el derecho a la salud a Chile resiliente, con ideas de prevención y control de desastres naturales, pasando por una política integral para enfrentar la criminalidad. 

Lo referido a igualdad habla de un nuevo esquema de protección social, educación, cambios para adultos mayores (con construcción de viviendas para los que viven solos), Auge especial para ancianos, trato a pueblos indígenas, inmigrantes y descentralización, entre otros.

La propuesta completa, cuenta el candidato, la envió hace un par de semanas a los parlamentarios de la Nueva Mayoría. 

– ¿Qué comentaron?

– (…) Parece que no leen mucho. Todavía no tengo ni un acuse de recibo. Bueno, entiendo, estamos dedicados más a procesos que sustancias. 

Agrega:

– ¿Sabes qué diferencia hay con las elecciones de Estados Unidos? Allá está todo reglado. La primaria empieza en New Hampshire y siguen en Iowa… Y cuando alguien aspira a la presidencia, inmediatamente le preguntan sustancia. Qué va a hacer con los impuestos, con la guerra de Siria, con Irak. Nadie pregunta si irá a la primera porque si no va, no existe candidatura. Las reglas están claras, no se discute el proceso. Entonces me preguntas qué comentarios he recibido… algunos, elegantemente, han dicho "¡Qué interesante!", pero nadie dice "hay sustancia". Están en otra cosa. 

– Si los políticos no opinan, quizá ¡menos la gente! Hay desconfianza, rabia. 

– Yo sé, tú hablas con compañeros de partido y te dicen, bueno, "deme un díptico para repartir", o sea, slogan. Yo puedo dar un slogan, pero la elección presidencial es un momento en que los ciudadanos piensen el país que quieren. Entiendo que existe desconfianza, me hago cargo, y en mi propuesta hay un conjunto de medidas. Pueden ser ésas u otras, pero debemos tener claro que recuperar confianzas más que un problema de verbo es un problema de acción. La acción dice más que 100 discursos. Y ahora hay formas de establecer que no puede continuar el clientelismo, que el Estado no es botín. Esas cosas las resuelves mediante directrices muy claras, que permiten recuperar la confianza. 

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