Nueva clasificación debe dejar en claro que las nueve instituciones de la red se crearon antes de 1981 y están reconocidas por ley, dice.
Nueva clasificación debe dejar en claro que las nueve instituciones de la red se crearon antes de 1981 y están reconocidas por ley, dice.
Tania Merino Macchiavello
tania.merino@diarioconcepcion.cl
La reunión sostenida el viernes por los ministros Eyzaguirre y Delpiano con los distintos actores al interior del Consejo de Rectores dejó abierto un signo de interrogación en cuanto a la nueva categorización de los planteles que introducirá la indicación sustitutiva al proyecto de reforma de Educación Superior.
Esto, porque el actual texto distingue sólo entre planteles estatales y privados, una categorización que no es rigurosa y deja entrever otro tipo de intereses, argumenta el rector de la Universidad Técnica Federico Santa María, Darcy Fuenzalida.
– ¿Cómo debiera ser entonces esta denominación?
-Ha habido un lenguaje que ha mostrado tal vez un interés particular de alguien. Nuestras universidades no son privadas, porque no nacen bajo el alero de la ley de 1981, que permite el surgimiento de universidades privadas, sino que son previas. No son privadas, además, porque cada una de las no estatales del Consejo de Rectores ha sido individualmente reconocida por ley, por lo tanto juegan un rol público igual que el de las estatales. Tanto es así, que hasta en la ley actual las políticas públicas no hacen ninguna diferencia en si las instituciones al interior del Cruch son estatales o no.
-Nos pueden denominar como reconocidas por ley, como universidades públicas no estatales, o como universidades tradicionales, que es la forma en que cariñosamente el país nos ha tratado hasta que ahora se empezó a hablar de privadas, pero lo concreto es que no somos privadas. Tendríamos que tener dueño y no lo tenemos.
-¿A quién atribuye estos intereses?
-Algunos nos han querido poner del otro lado de la vereda y otros ponernos del mismo lado de la vereda de ellos. Creo que la ley, el proyecto que entró al Parlamento cometió un error gravísimo al clasificar las universidades en dos tipos.
– El rol de universidades regionales ¿va a estar presente?
– Se lo hicimos saber a los ministros. Ellos lo entendieron y dijeron que iba a ser incorporado. Esencialmente todas las universidades del Cruch, salvo cuatro, estamos en regiones y de las del G9, ocho de las nueve. No cabe duda que si hay una lógica de potenciar la regionalización del país, un elemento esencial es que las universidades del Consejo de Rectores que están fuera de Santiago van a jugar un rol importante.
– El rector Elórtegui, tras el encuentro con los ministros, habló de un regreso a la sensatez. ¿Lo siente así también?
– Ha costado. Ha sido un proceso doloroso para algunas de nuestras instituciones el que se haya desconocido el rol cumplido. Hoy hemos ido convergiendo en una lógica que responde a la valoración de nuestra labor.
– ¿Cómo toma el hecho que el Gobierno haya tenido que conversar con el G9 y con las estatales por separado y que el Cruch no lograra unirse para tratar temas en común?
– Hubiera sido mucho más deseable que el Cruch hubiera tenido una posición única, pero lamentablemente las situaciones que se dieron hicieron que las instituciones estatales tomaran una postura respecto de un tratamiento preferente que inició esta división, que para nosotros no es aceptable. No hay evidencia histórica, no hay diferencias de compromisos y estamos en igualdad de disposición a jugar un rol público, por lo tanto, no tenía sentido que a un grupo particular al interior del Cruch se le diera un trato preferente. Distinto es cuando se habla de fortalecer a universidades débiles dentro del Cruch, pero eso tampoco se puede hacer diferenciando cuáles son estatales y cuáles no.
-Hubo episodios fuertes en el intertanto, donde se dijeron de todo y las confianzas quedaron resentidas. ¿Hay posibilidad de recomponer?
-En la reunión que tuvimos en Rancagua, los rectores que se manifestaron dijeron que querían dar por superada esta situación y que entendían que era el Cruch el que debía fortalecerse y que nuestras universidades debían ser consideradas en forma equivalente. Si bien es cierto pasamos momentos amargos, difíciles y hasta injustos, el tiempo ha permitido que se medite sobre esta materia y se tome conciencia.
– ¿Esa posición conciliadora fue también la de Vivaldi y la de Zolezzi?
– Por sus palabras en el consejo del jueves podría interpretar que sí.