Política

Mario Hamuy: "Transitar de la academia a la política pública da otra visión"

Si bien reconoce la necesidad de mayor inversión, Hamuy flexibiliza la posición crítica que tenía antes de asumir su cargo en Conicyt.

Por: Diario Concepción 26 de Marzo 2017
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Si bien reconoce la necesidad de mayor inversión, Hamuy flexibiliza la posición crítica que tenía antes de asumir su cargo en Conicyt.
 

Tania Merino Macchiavello
tania.merino@diarioconcepcion.cl

¿Podría ser Mario Hamuy el primer titular que tenga el futuro Ministerio de Ciencia y Tecnología? Es una pregunta difícil de responder, ni siquiera está tan claro si habrá o no pronto un ministro, debido a que el proyecto no cuenta con urgencia legislativa y se acerca el fin del mandato de Bachelet. Sin embargo, Mario Hamuy, astrónomo, presidente de Conicyt y encargado de liderar el diseño de la nueva institucionalidad, se muestra optimista en cuanto a que el trabajo realizado por más de un año rendirá frutos. "Veo un apoyo transversal", dice sobre la creación de la nueva cartera. En cuanto a ser él el titular, por el momento no lo descarta. 

– ¿Cuándo vamos a tener un ministro de ciencias?

– Es difícil estimar los tiempos, pero creo que es posible que salga durante 2017 aprobado en el Congreso y tan pronto sea promulgada la ley, la Presidenta tiene la facultad de nombrar un ministro o ministra.

– Y ¿con qué se va a encontrar al asumir el cargo?

– Junto con el proceso de contratar personal (en un plazo de 12 meses) tiene que avanzar en la generación de las políticas. Esto se va armando gradualmente, pero nada de lo existente hoy en día deja de funcionar (Conicyt y Corfo), simplemente se van creando las nuevas instituciones.

– Y lo que está funcionando ¿lo está haciendo bien?, usted recibió una Conicyt bastante desmantelada, con problemas contables, con renuncias de sus titulares…

– Es cierto, hemos tenido dificultades. En 2016 tuvimos un problema conocido como los inhabilitados, que son ex becarios de Conicyt que no pudieron recibir fondos para distintos proyectos debido a una mochila, una carga de problemas administrativos de larga data… Hay una serie de trabajos que hemos ido haciendo para normalizar los problemas administrativos de larga data. Es un proceso gradual.

– ¿Fue desprolijidad?

– Son herencias, problemas administrativos del pasado….

– Una de las críticas al Ministerio ha sido el tema de dejar de lado la innovación…

– En el proyecto de ley se dice claramente que tiene que hacerse cargo de formación de recurso humano avanzado, apoyo a la investigación científica y tecnológica y a la innovación sobre la base de ciencia y tecnología, para diferenciarla de la innovación empresarial que queda en manos del ministerio de economía y de Corfo. Por de pronto, aunque no está en el proyecto de ley, pero sí está en los acuerdos ya realizados con Economía, hay un par de líneas de financiamiento a la transferencia tecnológica desde la academia al sector productivo que están en Corfo y que pasarían a ser administradas por el Ministerio de Ciencia y Tecnología.

No hay ningún impedimento para que en el futuro siga desarrollando nuevos instrumentos que apunten al fomento a la innovación sobre base científica y tecnológica. No hay límites.

– La percepción es que sin recursos de base no va a ser posible una gestión importante.

– Hace 17 años no había centros de investigación en Chile, hoy día hay cerca de cincuenta. En los últimos 10 o 12 se ha duplicado la inversión en ciencia y tecnología, hoy es el 0,4 del PIB. Entonces ha habido avances, si bien en países de la Ocde es del 2.4. Cuando yo estudiaba no había becas, la beca era mi papá. ¿Cómo va a ser el futuro? Si bien el proyecto no habla de financiamiento, si genera las políticas y se definen objetivos y cuando tienes objetivos claros se pueden generar recursos.

Veo este período con potencial para buscar recursos en función de los objetivos, pero hoy día el sistema es disperso y es difícil convencer a las autoridades a que pongan más plata si no le pones un propósito a esa plata, que es de todos los chilenos.

– Lo veo muy comprometido con su rol actual, pero en el pasado usted también reclamó por la falta de recursos…

– Bueno, es normal, yo estuve por más de 40 años en la academia y tenía esa mirada que es compartida por muchos colegas, pero en el último año me tocó transitar de ese mundo al de la políticas públicas y eso da otra perspectiva. Y agradezco la oportunidad que me dio la Presidenta de poder participar en este proceso y de pensar el futuro y eso me ha ampliado enormemente la mirada. 

Creo que, efectivamente, se necesitan más recursos para transformar este país en uno que exporte inteligencia, pero sí hay que ser muy cuidadoso en cómo se usan.

– Si está pensando en el futuro, ¿cómo ve el suyo?

– Es difícil responder qué va a pasar conmigo en un año más, sigo en Conicyt hasta que cuente con la confianza de la presidenta y el tiempo dirá dónde podré usar mejor mis capacidades. 

– ¿Le gustaría ser ministro?

– No me pongo en esa situación, ojalá que quien sea ministro o ministra pueda construir este proyecto y feliz que sea alguien idóneo. Tengo asegurado mi trabajo en la universidad y eso es algo que me sigue gustando.

– Pero si se lo propusieran ¿lo aceptaría?

– Lo ponderaría en ese momento.

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