Política

La otra Michelle del PS, buscando "recuperar la identidad" del partido

Parte del lote "Izquierda Socialista" de la colectividad, ha sido crítica con la cúpula de la DC y hoy trabaja en la campaña de Fernando Atria.

Por: Diario Concepción 19 de Enero 2017
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Parte del lote "Izquierda Socialista" de la colectividad, ha sido crítica con la cúpula de la DC y hoy trabaja en la campaña de Fernando Atria.
 

Maximiliano Alarcón González
maximiliano.alarcon@diarioconcepcion.cl

Dentro del PS hay un sector que busca dar un giro en lo que han mostrado desde la recuperación de la democracia. Su exponente más visible es el abogado Fernando Atria, precandidato presidencial de la tienda con más militantes del país.

Pero este lote, denominado Izquierda Socialista, viene trabajando hace años y en la búsqueda por "recuperar la identidad" del partido se sujetan de varios elementos, entre los que destaca la juventud.

Una de sus exponentes es Michelle Peutat, egresada de Derecho de la Universidad de Chile y, a sus 25 años, ya integra el Comité Central, destacando su postura crítica a ciertas decisiones del partido, como el pacto con la DC en las municipales. Ella fue el único voto en contra.

Peutat milita desde los 14 años, influenciada por una cercanía familiar, teniendo siempre la convicción de que "el PS era el articulador de la izquierda en este país y que para generar una fuerza transformadora grande el PS debe estar ahí".

– ¿Tu entrada al PS estuvo acompañada de tu sentido crítico hacia la colectividad? 

– Mi cercanía tenía que ver más con la ideología, su historia y su tradición. Para mí era muy importante la identidad y sentí que mi entrada siempre fue desde una mirada crítica, donde el proyecto histórico del socialismo en cierta medida se había perdido, pero tenía la motivación de que se podía recuperar.

– ¿Te deja conforme lo que se ha alcanzado en este gobierno?

– Este gobierno comenzó una agenda transformadora muy ambiciosa, que realmente fue por lo que Bachelet tuvo el apoyo que tuvo. Son demandas que venían desde hace mucho tiempo en la ciudadanía y estábamos esperando un programa que respondiera a esas necesidades. Sí soy crítica sobre cómo se han implementado las reformas. Las reformas maquilladas en su implementación, por así decirlo, y no de manera estructural, ha sido algo equivocado. Un gobierno no es suficiente para generar toda la transformación que queremos, pero este gobierno pudo haber hecho mucho más para iniciar un proceso a largo plazo que permitiera cambiar el modelo neoliberal actual. Gran parte del problema de las reformas tiene que ver con que la gente no las conoce. Se habla de educación gratuita, terminar con el sistema de pensiones, pero nunca las personas han sabido interiorizarse con cómo esas reformas se esperan implementar. Ese error tiene que ver con la conducción política de un gobierno, si no es capaz de empoderar a la ciudadanía para que defienda un proyecto, genera una lejanía, lo que hoy agudiza la crisis institucional. 

– Tú eres especialmente crítica con la DC.

– He sido categórica en ese sentido, por ejemplo, al hablar de uno de los enemigos más grandes que ha tenido este el gobierno, el ex ministro del Interior, Jorge Burgos. Dentro del mismo gobierno intentaba poner cortapisas a la implementación de las reformas, era uno de los principales detractores de muchas de las reformas, como el proceso constituyente.

– ¿Pero es Burgos o algo generalizado en la DC?

– En la DC, al igual que en todos los partidos, existe una realidad diversa. No puedo decir que en la DC son todos lo mismo y que no existen personas con un ideal social cristiano y con ganas de un proyecto transformador, pero sí creo que hoy la cúpula de ese partido y quienes han sido los dirigentes históricos, son los principales enemigos de lo que se quiere hacer en una agenda transformadora. He conocido una base de militantes que es rescatable y no merecen caer en esa crítica. 

– ¿Crees que el PS debe replantearse si seguir en un pacto con la DC?

– Creo que el problema no pasa por eso. Pasa porque hoy los partidos de La Nueva Mayoría no tienen una identidad entre ellos dentro del conglomerado. Tenemos muchos partidos que se terminan difuminando en cómo ven las distintas problemáticas que enfrenta la ciudadanía sin tener una ideología y un programa claro. Cuando se pierde esa identidad, La Nueva Mayoría se termina difuminando en una sola idea, algo más de lo mismo donde prácticamente son todos iguales. Tiene que haber una conversación cercana tanto con sectores de izquierda como de centro al interior del bloque, pero que no signifique perder la identidad, la ideología y el horizonte programático de cada partido. Dentro del PS existen defensores de esta humanización del neoliberalismo y están adentro precisamente porque el PS ha perdido su identidad. 

– ¿Cómo recuperan esa identidad?

-Eso pasa por generar una consciencia dentro del militante socialista. Durante mucho tiempo el militante dejó pasar muchas cosas sin tomar cartas en el asunto. Eso pasa en casos tan simples como el Comité Central, donde las regiones han tomado definiciones y muchas veces los presidentes regionales no van a defender esa decisión, sino que van a definir lo que el jefe de su sector les ha dicho qué votar. La recuperación del PS pasa por generar consciencia dentro de la militancia, de que es momento organizarnos y no permitir que siga pasando. Hay que empoderar al pueblo socialista.

– ¿Tu posición no te acerca más al frente amplio que a la DC? 

– Hoy el PS, ante esta misma falta de identidad dentro de la izquierda chilena, no tiene una cercanía o una conversación fluida con los sectores del frente amplio. Me parece que pasará en la medida que se recupere el legado del PS y tenga un proyecto para la ciudadanía. Un compañero en Talcahuano decía: ‘hoy en Chile no es posible un frente de izquierda sin un PS realmente socialista, con proyecto político y militantes empoderados’. En el largo plazo sería ideal que la izquierda confluyera en puntos programáticos mínimos, pero para eso es fundamental el rol del PS, como casa de la izquierda chilena, debe cumplir.

– ¿Qué ha significado el trabajo con Fernando Atria para tu proyección política y la del partido?

– Con Fernando venimos trabajando de antes de la campaña en la Izquierda Socialista. Como experiencia política ha sido muy enriquecedor recorrer regiones y hablar con compañeros de distintos comunales y dirigentes sociales de las zonas, es algo que me gusta mucho, es la formación política más grande que alguien pudiera tener. Hablar con compañeros que entraron a militar en los ’50, que marcharon durante la dictadura, que fueron parte de la Unidad Popular, es lo más enriquecedor que puede pasar, porque la historia de esos compañeros una también la hace propia.

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