Política

Fernando Atria: "Dicho en simple, esta candidatura no es testimonial"

El abogado representa al lote ‘Izquierda Socialista’ buscando generar una vía distinta dentro de la colectividad a lo que ofrece José Miguel Insulza y Ricardo Lagos.

Por: Diario Concepción 16 de Enero 2017
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El abogado representa al lote ‘Izquierda Socialista’ buscando generar una vía distinta dentro de la colectividad a lo que ofrece José Miguel Insulza y Ricardo Lagos.
 

Maximiliano Alarcón González
maximiliano.alarcon@diarioconcepcion.cl

El fin de semana hubo definiciones. El PPD finalmente proclamó a Ricardo Lagos como su candidato presidencial. Al mismo tiempo, el sábado en Concepción el PS avanzaba en la misma materia, con un debate entre sus dos precandidatos, el ex secretario general de la OEA, José Miguel Insulza y el abogado Fernando Atria.

Este último es representante de la facción del PS ‘Izquierda Socialista’, la que es disidente en la forma en que actualmente el partido dirige su forma de hacer política.

Atria, desde la tienda socialista, busca marcar una diferencia sustancial con sus contrincantes del conglomerado, como Ricardo Lagos, Insulza y Alejandro Guillier. 

– ¿Cómo ha visto la actitud de Lagos con el PS?

– En la condición actual él se habría beneficiado si hubiera adoptado una posición distinta con el PS. Cuando fue al comité central fue a retarlos por no proclamarlo a él. Si él quiere la proclamación del PS debería mostrarse dispuesto a participar de las primarias, pero él eligió esta manera. Creo que está actuando de acuerdo a la manera en que en el pasado le fue bien, pero la política hoy es distinta.

– Usted destaca el carácter transformador de este Gobierno ¿Cómo se proyecta esto en la Nueva Mayoría, cuando las encuestas aseguran que no es la prioridad ciudadana?

– La interpretación que se hace de las encuestas y de las municipales es antojadiza, leer en ellas un rechazo al contenido de las reformas es un error. Es verdad que las reformas han tenido una oposición inclemente desde fuera y desde dentro, además el Gobierno no las ha hecho de la mejor manera en muchos casos, pero lo que hay que hacer, pensando en el próximo gobierno, es hacer un diagnóstico lo más realista sobre cuáles fueron los problemas, tanto de diseño interno como de oposición interna o externa, para aprender de eso.

– ¿No están muy encima para ese análisis?

– Es algo que está en proceso, pero es la manera en que hay que interpretar a este gobierno. No creo que haya mucho espacio para dudar, este ha sido el gobierno más transformador, es evidente que han habido problemas pero hay que aprender para continuar y corregir.

– ¿Cuáles son los problemas que ha logrado identificar?

– Hay unos que se deben al diseño de las reformas. Hay una dosis de improvisación y una continuidad de la lógica de la Concertación de que la política es una cuestión de corredores para ciegos. No hubo un esfuerzo del Gobierno de buscar en los movimientos sociales que empujaban estas reformas, el apoyo político que necesitaban. Otro error es que hubo oposición desde dentro, es ridículo que alguien haya dicho que no había leído el programa, habiendo hecho campaña por él. Finalmente hubo una oposición de la derecha, pero además una limitación en la política binominal, que no puede hacer transformaciones profundas, porque opera bajo el espectro de que todo lo que no se consiga mediante un gran acuerdo es totalitario. 

– Hay una divisón interna también en el PS, se ve en algunos militantes que quieren cambios orgánicos. 

– El problema no está en que haya algunas reglas constitucionales que son tramposas, que las hay, son importantes, pero no es todo el problema. Lo que pasa es que estas reglas tramposas que buscaban tener el apoyo de la derecha para cualquier reforma, terminaron creando una cultura política en que reformar sin el apoyo de la derecha es visto como inadecuado. Eso es transversal dentro de la Nueva Mayoría, eso se llama el partido del orden, hay muchos que creen que nada se puede hacer sin el apoyo de la derecha. La consecuencia política es que no habrá reformas transformadoras. Entonces, esperaría que dentro del PS decir que no habrá cambios generará algún tipo de aflicción.

– ¿Su candidatura tiene un carácter refundacional en el partido?

– No, no creo que refundacional, más bien es un discurso de restauración democrática, tener una política democrática. El tema es atreverse a tener un sistema más democrático.

– ¿Y qué falta para eso?

– Tener una nueva cultura política. Quienes aprendieron a hacer política durante la política binominal están mal posicionados para enfrentar el futuro de la política en Chile.

– ¿Con eso apela a la directiva actual del PS?

– Al que le caiga el sombrero que se lo ponga. Pero uno aprende a hacer política en las circunstancias que les toca vivir. Quienes aprendieron con la política binominal no pueden hacer cosas distintas. Por eso uno escucha a Alejandro Guillier diciendo que todo tiene que ser con grandes acuerdos, algo que también ha dicho José Miguel Insulza y Ricardo Lagos. Para ellos eso es lo natural, pero eso generará un mayor desencanto ciudadano.

– Usted plantea que si no resulta ser presidente no lo ve como fracaso.

– Lo que quería decir es que esta no es una candidatura testimonial, queremos que haya primarias para ganarlas, después ganar la primaria de la Nueva Mayoría. Lo que digo es que un curso de acción política tiene distintas maneras de ser evaluado. Si no nos fuera bien y perdiéramos en las primarias, eso no quiere decir que el esfuerzo fue un fracaso, porque hay otra dimensión donde el horizonte es más largo. Lo importante es que haya un horizonte largo no implica que no hay también un horizonte corto. Dicho en simple, esta candidatura no es testimonial.

– Tanto Lagos, Insulza y usted tienen una trayectoria desarrollando ideas respecto a la política, algo que a Alejandro Guillier se le acusa de no tener.

– Todavía no las tiene, no se las he oído. No quiere decir que será un candidato sin propuestas, pero hasta hoy no es el proyecto político lo que lo tiene en esa oposición, sino que una aprobación ciudadana manifestada en encuestas. Si eso se va a transformar en un proyecto político con o sin contenido, es algo que hay que esperar. Pero lo que he escuchado recientemente del senador Guillier no es muy alentador, de que sus ideas serán sólo las que sean compatibles con grandes acuerdos.

– Usted propone que el PS tenga primarias internas abiertas a la ciudadanía ¿Esto tiene que ver con su cercanía con algún sector del frente amplio?

– No, tiene que ver con que creo que es necesario que el PS reestablezca su relación con la ciudadanía. Hoy los partidos son vistos crecientemente como máquinas de poder que están controladas por las élites de los partidos, lo que es nefasto para la subsistencia de los partidos. No sólo tienen que decir que están abiertos a la ciudadanía, sino que también mostrar cómo fluye el poder desde las cúpulas hacia la militancia y la ciudadanía.

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